Ciudad de necios | ¿Boda fifí? ¿Justicia fifí?

Opinión
Necios que creen que hay justicia de primera para los fifís y justicia de cuarta para los jodidos que mantienen a los fifís

Mucho ruido y pocas colas de langosta. El que la boda poblana de César Yáñez, el colaborador más íntimo de AMLO, haya costado lo que haya costado, queda en el ámbito de lo privado. Sinceramente no le veo problema, o como dicen en Puebla: no le falta nogada al chile. Si el dinero no tiene un origen ilegal o ilícito, y en particular no viene de las arcas públicas, ¿dónde está el gas? ¿Existe una contradicción? ¿Prometieron austeridad y “se casan como fifís”? Yo creo que no hay que mezclar la gimnasia con la magnesia republicana.

El nuevo gobierno ha prometido ser uno austero, se llena la boca con promesas de ahorros y ojalá no se muerda la lengua y le sangre cuando no lo cumpla. Ahora está obligado a poner en práctica esa prerrogativa en el ámbito de la administración pública y lo que llaman el “estilo de gobernar” usando nuestros impuestos y el dinero público: aquí no se pueden contradecir porque pierden la riqueza de legitimidad que obtuvieron el 1 de julio pasado y eso sí no se puede burlar, por más antififís que sean. El ámbito privado, siempre y cuando (repito una vez más) los recursos sean legales y lícitos, no deberían distraernos. No lo pagamos nosotros, lo pagó el político y su esposa, quien es empresaria. No veo palabras contradiciéndose. Felicidades y espero que no hayan sufrido demasiados robos de centros de mesa… como hubo muchos políticos invitados a esa boda, no se puede confiar.

Lo que sí me parece alarmante, y que por andar con la langosta matrimonial en la mano no hemos condenado e impedido, es cómo la impartición de la justicia en México sí es fifí.

Vean la desgracia de Veracruz y la risa de Javidú. Cómo es que hemos permitido que en México el robo por hambre tenga en la cárcel a siete mil personas y en tres años pueda quedar en libertad el mayor saqueador de dinero público que tal vez hayamos tenido en México: Javier Duarte. En serio, ¿estamos tan tranquilos cuando un ratero saqueó 65 mil millones de pesos públicos de las arcas veracruzanas y solo pasará tres años más de cárcel y pagará 59 mil pesos de multa? ¿Por qué a estas ratas de cuello blanco (aunque percudido por sus complicidades con el gobierno de Peña Nieto) las tratamos como fifís? ¿Ya vieron que en México hay aproximadamente siete mil personas que están recluidas en las cárceles y purgan una condena de hasta 10 años por robar una charola de carne, una mantequilla, unas alitas de pollo, un yogurt, leche o pan, porque no tenían dinero y necesitaban comer?

Son cifras de 2015 publicadas por la Comisión Especial de Reclusorios de la antigua Asamblea Legislativa del antiquísimo Distrito Federal. Eso sí es un gas impune que estamos inhalando a diario en México. Yo nomás digo.