Propuesta indecorosa

Opinión

La mayoría estamos hasta el copete de las discusiones sobre el muro de Trump. Justamente por eso presento aquí algunas propuestas puntuales para amenizar o profundizar las discusiones de sobremesa, en el Metro, en universidades y medios. Ya cada cuál decidirá si le interesa.

¿Qué hará Trump con su gabinete y las redes de corrupción internas que permiten la entrada de toneladas de drogas que pasan por la frontera mexicana cada año? ¿Habrán platicado con Joaquín “El Chapo” Guzmán sobre nuevas estrategias?

a) Según datos del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de los Estados Unidos de Norteamérica (NIH, por sus siglas en inglés), 24.6 millones de personas del país de Trump consumen drogas ilícitas, es decir, 9.4% de la población es considerada adicta, aunque se calcula que otros 35 millones consumen drogas ilegales por diversión los fines de semana y son adultos de entre 40 y 50 años.

b) El 80% de la producción global de opioides se consume en los Estados Unidos. El opio que se cultiva desde Chihuahua hasta Guerrero termina todo en el país del norte para proveer a los millones de adictos a la heroína. Según reportes de la DEA 60% de la heroína consumida en los Estados Unidos es producida en México y traficada gracias a las redes de delincuencia organizada norteamericanas coludidas con carteles mexicanos. Por esas fronteras que “cerrarán sus puertas a los bad men” anualmente pasan 200 toneladas de cocaína, 100 toneladas de heroína pura, 300 toneladas de marihuana y entre 70 y 90 toneladas de metanfetaminas y cristal frente a la mirada de ICE. ¿Trump impulsará la producción nacional de drogas para evitar la revolución de más de 50 millones de adictos? Y como ha eliminado (o pretende eliminar) los programas de salud para adicciones ¿quién controlará a esa masa popular de personas con adicciones y sin tratamientos?

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c) La Organización de las Naciones Unidas vive prácticamente del dinero de Washington. La inmensa burocracia de la ONU recibe del gobierno norteamericano 85% del presupuesto global. De allí que Nikki Haley, la poderosa embajadora que Trump eligió ante la ONU, advirtió hace unos días que pondrán en lista negra a los países que no obedezcan a las políticas y exigencias de Trump. Por ejemplo, por cada dólar que le dan a UNICEF sólo 2 centavos se van a la ayuda directa a la infancia, el resto termina en los salarios de la burocracia que dice defender la paz mundial. La única salida será purgar la cultura burocrática de la ONU, bajar salarios y gastos, lograr que los demás países inviertan para quitarle el monopolio político a los poderes fácticos del trumpismo que antes tuvieron todos los presidentes del país de Luther King en la ONU.

d) La economía y agroindustria norteamericana perderá los subsidios en los que el empresario Donald no cree. El 52% de la mano esclava es mexicana. Los datos del Centro de Investigación Pew revelan que 17% de los trabajadores sin papeles trabajan en la industria agrícola, 13% en la construcción. Hay 11 millones de trabajadores sin papeles cuya mano esclava mantiene parcialmente la economía de 5 estados como Utah, Virginia y Washington. Llegado el momento veremos si los empresarios acostumbrados a la trata laboral de personas indocumentadas estarán dispuestos a contratar a norteamericanos blancos, habituados a vivir de subsidio al desempleo, que cobrarán 10 veces más que a los esclavos; además les tendrán que dar seguro social, de vivienda y derecho sindical. Esos empresarios tendrán mucho que decirle a Trump sobre la crisis empresarial que fomentará.