Postpunk y letras

Opinión

La semana que entra se celebra en Querétaro una edición más del Hay Festival, encuentro multidisciplinario donde la literatura tiene un rol protagónico

El escritor David Keenan es una de las figuras que visitan el Hay Festival. Su novela Memorial Device es una excusa perfecta para hablar un poco del postpunk en los libros.

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Su nombre lo explica todo: lo que vino después del punk. Dice el escritor Simon Reynolds en su espléndido libro Postpunk. Romper todo y empezar de nuevo (Caja Negra) que se trata de la fracción vanguardista de los punks, los músicos que encontraron una oportunidad de romper con el rock tradicional. Habla de bandas como Joy Division, los Talking Heads y PiL, entre otras, como la vanguardia de esta camada, como los encargados de concretar la revolución musical que el punk intentó ser, incorporando electrónica, noise, jazz, disco, dub y reggae a su sonido. Lo ubica entre los años de 1978 y 1984, e insiste en que fue más interesante que lo que pasó en los años previos, lo cual da para un debate muy sabroso. El suyo, por su nivel profundo de investigación, por la precisión de su prosa, es un libro necesario para cualquier melómano serio.

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David Keenan es un periodista musical de primer nivel. Primero fue músico en un montón de bandas que no fueron particularmente trascendentes. Ha publicado artículos y reseñas, principalmente, en el medio por excelencia de los exquisitos y de la música de avanzada, la revista inglesa The Wire. Este año salió la traducción a nuestra lengua de su novela, una obra delirante llamada Memorial Device (Sexto Piso), sobre una banda ficticia que se puede asumir pertenece a lo que Reynolds define como postpunk. Brinda perspectiva sobre el mismo periodo musical, específicamente en un pequeño pueblo escocés llamado Airdrie. Este documental falso es un relato polifónico, armado a partir de entrevistas tan ficticias como la banda que afecta la vida de los personajes que aparecen a lo largo de sus páginas.

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Otro libro bastante recomendable sobre este periodo es el que reúne las memorias de Viv Albertine, Ropa, música, chicos (Anagrama). Albertine fue la bajista de una de las bandas seminales del postpunk (¿o del punk?, recuerden que en cuanto a géneros musicales, las líneas que dividen a uno de otro pueden ser demasiado delgadas), The Slits. Su prosa es divertida, brutalmente honesta y retrata bien, a nivel de cancha, lo que sucedía entre los músicos de ese momento de la historia.

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Si les interesa saber más sobre el tema, el escritor David Keenan se presentará como DJ el martes 4 de septiembre a las 21:00 en Departamento (Álvaro Obregón 154, Col. Roma Norte). Y el sábado 8, en el marco del Hay Festival, a las 10:30 de la mañana en el Teatro de la República (Querétaro), participará en una mesa redonda con este columnista y la cantautora Amandititita, en la que se discutirá sobre los vínculos entre el rock y las letras.

“La novela Memorial Device, de David Keenan, es una excusa perfecta para hablar un poco del postpunk en los libros”