Ciudad de necios | Deba-cle

Opinión

Necios que no tienen el mínimo interés en nosotros, que se burlan en nuestras caras y se emborrachan con la democracia que financiamos nosotros. Ya estuvo, ¿no? ¿Alguno de ustedes está dispuesto a hacerlo distinto? Demuéstrenlo. 

Debates van y vienen. La muerte se quedó en la CDMX. La inseguridad y la impunidad son su comparsa. Los chilangos notan que el mundo de las fantasías de las propuestas de los candidatos no corresponde con el mundo real, que tortura sin cesar. Leo “Rinde protesta el Jefe de Gobierno Interino tras 18 días sin cabeza en el gobierno”. ¿Solo 18 días sin gobierno? La impresión es que han sido más de cinco años en los que la inseguridad se volvió el tigre que nadie agarró para encerrarlo.

Los asesinatos continúan a un ritmo de 80 por día a nivel nacional.

¿Y qué tuvimos a cambio? Un presunto debate con presuntos candidatos a gobernar esta ciudad que presuntamente estaban preparados para convencernos de lo que sería su presunto gobierno. Eso ocurrió la semana pasada, pero nunca es tarde para decir que fue un fiasco. Que ni siquiera hubo debate, que el formato del encuentro fue somnífero, que la candidata independiente no sabe hablar (sí importa para convencer con propuestas) ni tiene la atómica idea de lo que implica gobernar, que la del Verde fue contratada para cuidar los votos que le garantice al negocio familiar verde subsistir, que la insensible de Nueva Alianza que se indignó por los suicidios en el Metro que causan retrasos ganó en memes y no en la opinión pública, que el humanista recitó poesía y le declaró la guerra a Batman (bellísimo momento, valioso perfil, pero de eso no se trataba el debate), que el del PRI juega bajo en una ciudad que no comprende, que la del PRD quiere seis años de la misma porquería en el gobierno que nos ha tenido así y que la de Morena no supo transmitir nada.

¿Así de indiferentes con los chilangos? El nivel bajo de ese presunto debate es directamente proporcional al interés que tiene lo que los chilangos exigen a los que quieren ser nuestros empleados.

¿Y saben por qué no hay debate? Porque se sienten tan superiores a sus jefes (los chilangos que los contratarán el 1 de julio) que no sienten la necesidad de convencernos con propuestas factibles, realizables, urgentes, que no beneficien a los suyos y sus alforjas.

Y, mientras tanto, los chilangos siguen valiendo madres.