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11/04/2021
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Los 25 años de Singles

Edgar Corona.- En algún momento de la historia de esta columna mencioné la relevancia que tienen los soundtracks dentro del contenido total de una producción cinematográfica. A través de la música se genera una condición de reconocimiento personal que no sólo tiene un efecto en la detonación o el desencadenamiento de emociones, sino en la construcción de una radiografía que va de lo individual hacia lo colectivo y que, debido a esta circunstancia, permite detectar quiénes somos o que nos une a determinadas situaciones o hechos expuestos en el cine.

Me referiré en esta ocasión de manera particular a la banda sonora de Singles, un álbum que celebra su 25 aniversario a través de una edición doble que contiene los 13 cortes originales, además de la inclusión de rarezas y algunos temas inéditos. Agrupaciones surgidas en plena era grunge, mismas que trazaron la ruta y el desarrollo de este género, representan el deleite musical de esta grabación en la que encontramos -en primer plano- a Alice in Chains, Pearl Jam y Soundgarden, bandas originarias de Seattle que forman parte de la piedra angular de la música alternativa de la década de los noventa.

Escrita y dirigida por Cameron Crowe, Singles es la historia de un grupo de jóvenes pertenecientes a la generación X que desde el desencanto muestra una forma de vida basada principalmente en la búsqueda de conciencia. En un momento donde Estados Unidos se alzaba precisamente como una “nación alternativa”-algo que hoy está muy lejos-, la autenticidad de una generación –más allá de un híbrido- y la ruptura de discursos oficiales provenientes de un sistema, representan una parte importante de las características en los personajes de esta película que articula inteligentemente los perfiles que la componen: desde la chica insegura que sólo desea complacer a su pareja hasta el músico que cree que el mundo se encuentra a sus pies, sin dejar de lado las preocupaciones por el futuro y la importancia de las decisiones más personales.

La selección de canciones en esta producción de Cameron Crowe demuestra, más allá de la condición de documento y el simple acompañamiento de la historia, una atinada perspectiva para contextualizar el instante de cruce y el choque cultural de una época que dejó de coquetear descaradamente con el pop más perecedero para centrarse en las propuestas provenientes de un movimiento auténtico, no exento de contradicciones y el interés de los medios de comunicación, particularmente MTV, que otorgó un nuevo curso al rock. “Would”, un tema de Alice in Chains que logra cimbrarnos gracias a una atmósfera desoladora, que estalla en la voz de Layne Staley, es la apertura de un álbum que deviene en cortes que son un gancho directo a los sentidos, entre estos, “Birth Ritual”, de Soundgarden y “State of Love and Trust”, de Pearl Jam.

La música de Singles también voltea hacia Jimi Hendrix, a manera de profunda influencia para el grunge, y nos devela temas tan sugerentes como “Dyslexic Heart”, de Paul Westemberg y “Battle of Evermore”, de The Lovemongers. El disco no pierde de vista a grupos que, sin poseer la popularidad de Pearl Jam, también poseen una obra rica y sólida, particularmente el trabajo de Screaming Trees, al mismo tiempo que nos redirecciona hacia Smashing Pumpkins para entender más ampliamente esa avalancha imparable que sacudió a una generación.