Kuma Sushi Bar: el nuevo hotspot de la Roma que fusiona sushi tradicional con experiencias poco convencionales
Llegó a la Roma un espacio que reinventa la experiencia japonesa del omakase e invita a los comensales a confiar en el instinto del chef mientras disfrutan de una secuencia de platillos sorpresa.
Inspirado en el omakase japonés (que significa literalmente “te lo dejo a ti”), Kuma Sushi Bar deja que los platillos fluyan para sorprender. En lugar de un menú fijo, los comensales disfrutan una experiencia de diez tiempos que cambia constantemente y puede adaptarse incluso a una versión vegana.
La idea es recrear el espíritu del omakase tradicional, donde el chef decide según los ingredientes más frescos del día, pero trasladarlo al contexto de la CDMX con un formato más relajado, guiños locales y un entorno donde la cena se convierte también en entretenimiento.
En Chilango Diario platicamos con Alan Masri, dueño de Kuma, quien nos contó un par de cosas sobre este concepto y su recepción en la ciudad.
¿Cómo surge la idea de traer este concepto a CDMX?
“La idea nace de la inquietud por ofrecer en la ciudad una experiencia japonesa contemporánea, cuidada y accesible, inspirada en barras íntimas y precisas. Vimos que el público capitalino busca propuestas con técnica, producto y una narrativa auténtica. Kuma surge para llenar ese espacio con un menú dinámico y una ejecución enfocada en el detalle. Además, la ciudad está viviendo un gran momento gastronómico donde conceptos de alto nivel pueden florecer, por eso decidimos traer un proyecto que combina tradición, creatividad y consistencia”.
¿Qué respuesta de los paladares chilangos esperan obtener?
“Esperamos que reciban el concepto con curiosidad, apertura y ganas de explorar sabores nuevos sin pretensiones. Buscamos que nos vean como un espacio al que se regresa por la calidad del producto y la atmósfera relajada. Queremos generar una comunidad que valore la técnica sin perder la cercanía y aspiramos a convertirnos en un referente de experiencia japonesa contemporánea en la ciudad”.
Además, Alan nos contó que el menú original nació de pruebas nocturnas improvisadas donde el equipo mezclaba ideas hasta lograr combinaciones inesperadas, lo que llevó a que varias preparaciones icónicas surgieran por accidente, cuando un ingrediente que “no iba” terminó elevando el plato. También les sucedió que, antes de abrir, los vecinos creían que serían un estudio de arte debido a la iluminación del lugar.
Cenas fuera de la caja
Las experiencias se ofrecen en dos horarios, durante la tarde y la noche, y cada una propone una atmósfera distinta. Hay veladas con magia en vivo donde un ilusionista recorre la barra haciendo trucos con cartas mientras se sirven los platillos; noches de stand up, que combinan humor y alta cocina; cenas fusión México-Japón, donde los sabores locales se cruzan con técnicas niponas, y cenas acompañadas por mariachi, donde el sonido tradicional mexicano se mezcla con nigiris y sake. Cada experiencia dura aproximadamente dos horas (una dedicada a la cena y otra al entretenimiento), y busca ofrecer algo que no se limite a comer sino a vivir una noche completa.
Durante el resto de la semana, Kuma Sushi Bar mantiene su menú a la carta, disponible de 13:00 a 23:00, ideal para quienes buscan sushi fresco y platillos japoneses tradicionales sin necesidad de reservar la experiencia especial.
Una probadita del omakase
Aunque el menú cambia de forma constante, el formato mantiene diez tiempos cuidadosamente equilibrados: comenzando con entradas ligeras como edamames o tarta de atún trufado, pasando por nigiris con ingredientes premium, bowls de wagyu o erizo, y postres con inspiración japonesa como tiramisú de matcha o cheesecake de lotus. El concepto de sorpresa es clave porque el comensal no sabe qué vendrá después pero confía en el criterio del chef. Esa confianza, esencia del omakase, es lo que convierte cada cena en una experiencia irrepetible.
¿Cómo llego?
Dónde: Sinaloa 71, col. Roma Norte
Horario: de 13:00 a 23:00; experiencias disponibles en horario de tarde y de noche
Costo: $1,700 a $2,700 por persona, según la experiencia elegida (bebidas no incluidas)
Menú a la carta: ticket promedio de $500 a $600 por persona