Vegetación, necesidad básica para la ciudadanía chilanga

Por: Redacción
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La estrategia gubernamental Reto Verde cumple cinco años de vida, con la plantación de árboles, arbustos, plantas y herbáceas de más de 100 especies en suelo urbano y de conservación

Por Katya López Cedillo

El desarrollo ecológico en un entorno urbano como la CDMX es complejo pero imprescindible, pues se trata de una necesidad básica para la vida integral de los habitantes de la capital del país, señala el director general del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental en la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), Rafael Obregón Viloria.

Para abonar a esta meta, la estrategia Reto Verde plantea equilibrar las condiciones para el crecimiento de la vegetación en medio de carpetas asfálticas y tráfico:

“No es sólo plantar árboles, sino crear condiciones para que crezca la vegetación; el reto es irle ganando espacio al cemento, convirtiendo esos espacios con cemento en espacios verdes, generar infraestructura verde con proyectos y tecnología que nos permita hacerlo porque hacer a la ciudad de México más verde significa bienestar y futuro para habitar la ciudad; no es sólo plantar para que los espacios luzcan bonitos, sino por los beneficios hasta para la salud”.

La cobertura vegetal viva va más allá de la estética, pues sus servicios ambientales contrarrestan la crisis climática al mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación auditiva y regular la temperatura. Según Obregón Viloria, en conversación con + Chilango, un espacio sin vegetación puede incrementar de 3°C a 5°C su temperatura.

Complejidades del suelo

El suelo urbano de las 16 alcaldías presenta diversas complejidades para el crecimiento de las plantas, como capas de cemento bajo suelo, cableado eléctrico subterráneo o aéreo, paredes o banquetas, explica el director del sistema; no obstante, han logrado plantar 14 millones 428 mil plantas de distintas especies; haciendo un estudio especializado del tipo de especie que corresponde a la zona y de la posibilidad de que sobreviva en las condiciones del lugar.

Cada planta que se instala en el suelo urbano de la ciudad germinó de una semilla que creció en los viveros especializados de la capital. “Salen en un alto control de calidad y al llegar a su destino urbano se enfrentan a muchas cosas: la contaminación, humedad variable, condiciones de suelo o hábitos del ser humano; por ejemplo, las especies plantadas en Calzada de Tlalpan que al estar allí y verlas crecer, uno le agradece a la naturaleza la capacidad de regeneración que tiene”, detalla Obregón Viloria, quien registra 70% de sobrevivencia exitosa de las plantas colocadas en estas áreas.

Seis ecosistemas

Una vía más para desarrollar este programa está en el suelo de conservación de la CDMX, que corresponde al 60% del territorio capitalino: “allí se han segmentado cuadrantes de 100 hectáreas cada uno para desarrollar los ecosistemas de la ciudad”, señala el subdirector de Conservación y Beneficios Ambientales de la Sedema, César Abarca.

“En la ciudad tenemos seis de los ocho ecosistemas que existen en el país. Aquí el suelo de conservación es diverso, desde el que tiene coníferas hasta la parte lacustre; cada ecosistema tiene un tipo de vegetación específica, por eso se hace una colecta de semillas de especies originarias de cada ecosistema, se guardan en un banco de germoplasma, se germinan e inicia la restauración ecológica”, explica.

En este proyecto existen 26 núcleos agrarios para desarrollar los ecosistemas originarios. Hoy en día se colectan y desarrollan semillas de 109 especies distintas, 40 de ellas endémicas, 69 nativas, de las que siete se encuentran en la Norma 059 de la Semarnat, al estar en algún grado de vulnerabilidad. “Además, en estas especies hay 13 que son acuáticas porque también reproducimos especies acuáticas para el sistema lacustre del suelo de conservación de la ciudad”, agregó Abarca García.

Contingencias

También se toman en consideración contingencias como sequías, incendios forestales (más del 90% provocados por el humano) y plagas. Reto Verde se creó hace cinco años y para el siguiente lustro siguen creciendo sus metas, tanto en suelo urbano como en suelo de conservación.

En el primero, una prioridad es aumentar las superficies verdes en las zonas Oriente y Norte de la ciudad, ya que tanto por su urbanización como por las condiciones del suelo y reducidas lluvias es difícil; en el segundo caso, es que los núcleos agrarios y sus brigadistas continúen preservando cada planta.

“Aunque la ciudadanía no tenga expertisse [experiencia] en los procesos de cuidado ambiental, sí hay acciones para preservar las especies que florecen en la zona. Todos los habitantes de la ciudad debemos ser conscientes de no desperdiciar el agua y respetar el suelo de conservación, incluso comprar los productos que generan los productores en suelo de conservación porque están hechos con conciencia ambiental”, finaliza César Abarca.