Chilango Nostálgico: así cambiaron nuestros juguetes favoritos

Ciudad

La nostalgia siempre está presente y aún cuando existan nuevas versiones de nuestros juguetes noventeros favoritos, uno no puede dejar de añorar la imagen que estos tuvieron en el pasado.

A nadie le cae mal una manita de gato una o dos veces cada década y los juguetes no son la excepción. Estas creaciones no sólo fueron parte de nuestra infancia y la llenaron de momentos de alegría, también crecieron con nosotros y las marcas que han durado más de 50 añotes, obvio tenían que innovarse o morir; acá te dejamos las que tomaron la decisión correcta y aún brindan horas de diversión a otras generaciones.

Play-Doh

¡Todo un clásico! Esta marca de plastilina sin duda era nuestra favorita y aunque comenzó como un borrador de papel tapiz, en sus primeras dos décadas, a mediados de los cincuentas, se rediseñó como un juguete. Claro, su precio se encontraba por encima de la que te vendían en la papelería, su aroma dulce y la textura por la cual era posible moldearla fácilmente la hacían un capricho recurrente para nuestros padres. Con los más de 80 años que se carga esta marca, era evidente que su imagen se tenía que renovar en más de una ocasión, pero acá te dejamos la versión de los noventas, comparada con la actual. ¿Todo un cambio, verdad?

Polly Pocket

Las muñecas son uno de los juguetes predilectos de toda generación, pero como Polly Pocket, pocas. En sus primeros años, por allá de finales de la década de los ochentas, esta pequeña nació de la creatividad conjunta de padre e hija: el modelo era bastante austero, pero tenía la característica única de ser la muñeca más práctica de todas, pues cabía en un bolsillo (ya saben, de cuando los pantalones sí tenían bolsillos). Cuando los derechos fueron adquiridos por Mattel, este juguete transformó su imagen, ahora con un plástico más flexible, un figura un poco más alargada y un rostro más natural, pero el último cambio fue aún más radical, ya que la muñeca actual mide aproximadamente tres pulgadas y su imagen es más similar a la de otras marcas.

Señor Cara de Papa

El Señor Cara de Papa, de la compañía Hasbro, fue el primer juguete anunciado en televisión: en 1952. Su lanzamiento fue un poco controversial, pues estaba compuesto por diferentes piezas de plástico que se utilizaban para decorar patatas y hortalizas de verdad, lo cual  no era del agrado de los padres, pues involucraba desperdiciar comida, algo que nunca está de más. Pero cuando en 1964 se introdujo el cuerpo de plástico con forma de papa, la historia cambió por completo.

Tan sólo tres décadas después, este clásico aparecería en uno de los primeros éxitos de Pixar: Toy Story, y aunque ya había pasado por varias versiones, con esta película se instauró la imagen que aún nos recuerda más a este entrañable personaje. Eso sí, ahora ya hay versiones coleccionables y ediciones especiales para que quienes aman este juguete tengan un pretexto para tener más de uno.

Furby

Antes de cerrar el milenio, llegó a nuestras inocentes vidas un pequeño robot que lo mismo daba ternura que un poco -mucho- de terror. Y no es que fuera sólo por su extraña apariencia, también era algo terrorífico cuando tu Furby te despertaba a las tres de la madrugada viendo al vacío y balbuceando algo ininteligible; ya si lograste enseñarle al tuyo a hablar, eres el héroe de toda una generación. El juguete fue un éxito instantáneo y aunque su popularidad fue decayendo, en 2005 hicieron un primer re-lanzamiento que sería seguido por aquel de 2012. La última versión aún se encuentra disponible y han sido bastante populares gracias a la incorporación de una aplicación que les permite desarrollar personalidades y vivir aventuras en el mundo digital.

NERF

Otro juguete que ha sobrevivido el paso del tiempo son las pistolas NERF, esa marca que era nuestra preferida a la hora de jugar luchas de agua. Pero ese no fue el producto inicial de la marca, sino sus distintivas pistolas con dardos de espuma, una alternativa más amigable con el medio ambiente y con nuestros papás, quienes eran los encargados de limpiar el desastre que hacíamos. El juguete, cuyos orígenes se encuentran en la década de los setentas, ha tenido más de una transformación de imagen y diseño, pero la diversión sigue siendo la misma.