En la colonia Doctores se construyó la primera escuela para mujeres, así como el primer Hospital de Especialidades a nivel nacional

La colonia Doctores es una de las más céntricas de la Ciudad de México, aunque también es conocida por ser una de las más inseguras, esa fama la ha tenido desde sus inicios, ya que se decía que allí vivían los empleados de servicio de los barrios del centro, así como los peones de las haciendas que se iban a emborrachar a la colonia.

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En 1889, Francisco Lascuráin solicitó al ayuntamiento un permiso para edificar una colonia llamada La Indianilla, pero nunca se llevó a cabo ya que el expediente se perdió y no se continuó con los trámites.

Las primeras casas que se construyeron en la colonia Doctores fue durante el virreinato, pero de ellas no queda nada, pues fueron demolidas. También se dice que había un panteón, el Campo Florido, que se encontraba en un área pantanosa.

En 1681 la compañía The Mexican City Propiety Sindicate Limited obtuvo el permiso para la construcción de la colonia, que en ese tiempo, tomaría el nombre de colonia Hidalgo.

Sin embargo, el nombre actual se adoptó porque sus calles fueron bautizadas con los nombres de doctores que destacaron por sus aportaciones y logros. Como el Dr. José María Vértiz, quien fue pionero en el tratamiento de abscesos hepáticos o el Dr. Leopoldo Río de la Loza Guillén, quien fue el primer mexicano en obtener oxígeno y otros elementos químicos de origen natural en un laboratorio.

En los terrenos de la Indianilla se encontraba el taller de los primeros tranvías, que eran jalados por mulas y que circularon por partes especificas de la Ciudad de México.

Uno de los edificios de los que más se habla de la colonia Doctores es el que alberga el hotel Posada del Sol. Construido en los años 40, este hotel estaba pensado para albergar a los intelectuales de la época.

A pesar de los intentos de volverlo un gran hotel no se pudo terminar la construcción. El edificio fue utilizado en un tiempo como sede gubernamentales. Se dice que es habitado, en la actualidad, por fantasmas.

Después del terremoto del 85 se construyeron varias vecindades. Por su cercanía con Tepito, se dice que comenzaron a vender las refacciones robadas, con lo que empezó a conocerse por ser una colonia insegura.

Con el paso del tiempo la colonia ha crecido en número de habitantes, quienes la han abrazado y hecha suya. Hoy esta colonia se ha llenado de colores gracias a artistas urbanos que han intervenido sus edificios.

 

(Fotos: Facebook La Ciudad de México en el tiempo/Colección Carlos Villasana)