De México a la F1: Dalia Ramos, la ingeniera que triunfa en la escudería Alpine

Por: Carolina Figueroa
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El 23 de junio de 2014, la Women’s Engineering Society (WES) estableció el Día Internacional de la Mujer Ingeniera para promover la importancia de esta profesión y su impacto en el desarrollo económico y las oportunidades futuras

Ser Ingeniero de una escudería de Fórmula 1 sería el trabajo perfecto para cualquier aficionado al deporte. Sin embargo, es un reto constante desarrollar un monoplaza con el propósito de ser el más rápido en la pista.

De acuerdo con el Reporte de Brecha Salarial de Género 2021 de la Fórmula 1, sólo el 32% de quienes trabajan de la máxima categoría son mujeres. Actualmente, Dalia Ramos es ingeniera mexicana de la escudería francesa Alpine F1 Team como Jefa de Construcción y Prueba, un reto que ha traído un cambio y su objetivo es influir en los demás.

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¿Cuál fue la razón para estudiar ingeniería mecatrónica?

Siempre quise dedicarme a algo que creara un cambio muy grande, rompiera los esquemas que teníamos, trajera innovación y un impacto en la vida de la gente. Cuando tenía 12 años empecé a sentir una satisfacción por las matemáticas y la física, es decir, mi cerebro se emocionaba al tener problemas de ese tipo. Mi mamá me llevaba a clases extras después de la escuela y descubrí que esas clases comenzaban a hacer un momento de recreación, me di cuenta de que podía ligar ese gusto por la parte técnica, que en su momento eran matemáticas y física, con lo que yo quería lograr que era cambiar el mundo de alguna manera. 

Una vez que tomas esta decisión y empiezas con la ingeniería, ¿en algún momento pensaste en renunciar? 

Cuando llegué a la universidad, en especial en tercer semestre, toqué fondo porque estaba pasando por una etapa difícil en diferentes sentidos, desde problemas en casa, materias reprobadas y presión por mantener una beca. Estaba acostumbrada a ser alumna de excelentes calificaciones y todo parecía ser fácil, pero eso ya no fue igual al estar en la carrera, ahí comenzó el trabajo duro. En ese entonces, Mecatrónica tenía 10 años de haber llegado al país y la fama de ser difícil, donde sólo estaban los mejores. Después de eso tuve la confianza de que no importa qué tan bajo llegue a caer, yo sé que me puedo levantar, creo que eso ha sido uno de los impactos más grandes de mi vida, he dejado de dudar de mí porque me di cuenta de que aunque iba a seguir cayéndome, podría levantarme.

¿Qué se siente ser una de las pioneras de la industria en mecatrónica, y a su vez, llegar a una escudería de Fórmula 1?

Todavía se siente como un sueño. Éste es mi trabajo y ésta es la carrera que decidí, y pues como dicen: al final es lo que paga la hipoteca. Me doy cuenta de que no es cualquier trabajo ni carrera profesional y el impacto que está teniendo, sobre todo en México y con las mujeres, porque inclusive aquí en la escudería (Alpine F1 Team) hay muy poquitas en el área técnica y operacional. Quizás es haciendo nano robots, quizás es haciendo autos de Fórmula 1, pero hay que dar la visibilidad y romper barreras y esquemas; demostrarle al mundo y a las nuevas generaciones que sí es posible y que podemos estar aquí o estar en donde nosotras nos propongamos.

A principios de este año, Alpine presentó un proyecto con el fin de impulsar el talento femenino desde la ingeniería hasta pilotos (Race Her), ¿cómo te sientes de ser parte del cambio en la escudería? 

Cuando llegué a Alpine hace dos años, esto no existía. La escudería apostó por algo nuevo y diferente, incluso algunos de mis colegas mencionan que mi jefe estaba emocionado; los directores me dicen: “desde que hablamos la primera vez contigo dijimos ¡es ella!”. Durante el verano, recibimos chicos que vienen una o dos semanas como experiencia estudiantil y me piden que hable con las niñas y entiendo que es porque debemos demostrar que hay otras como nosotras. No somos tan diferentes, ya estamos aquí. Con el programa Race Her, ha sido muy padre porque después de que nos presentaron nos dijeron “vamos a tener a mujeres pilotos, queremos desarrollarlo, queremos atraer más candidatas femeninas”.

CONFIANZA

Con el programa de Race Her, Dalia Ramos consideró lo importante de tener confianza. “En ese momento levanté la mano y dije las cosas que me han funcionado para ser más asertiva, para tener más confianza. Las cosas que he platicado con Otmar Safnauer suceden a los dos meses y se van ejecutando. Me doy cuenta de la confianza que me tienen y lo que les estoy sugiriendo, pues de alguna manera he tenido esa trayectoria: pasar por la universidad, estudiar y aplicar para los trabajos; son cosas que sirven de ejemplo a las nuevas generaciones y me encanta que el equipo me esté tomando en cuenta y lo estén aplicando”.

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