Contra la intoxicación alimentaria en las fiestas decembrina

Por: Redacción
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La Navidad y el Año Nuevo no están exentos de las enfermedades transmitidas por alimentos, así que toma las siguientes precauciones para evitarlas en tus cenas

Si bien se oye más sobre las intoxicaciones alimentarias en el calor del verano, la realidad es que en cualquier momento y lugar se pueden producir. La falta de higiene o medidas adecuadas al manipular alimentos pueden derivar en este problema de salud provocado comúnmente por bacterias. 

La razón por la que Navidad y  Año Nuevo se prestan a una enfermedad transmitida por los alimentos se debe justo al ambiente festivo; este puede ocasionar descuidos o errores al momento de cocinar o almacenar la comida. Así, más que asustarte, se trata de invitarte a poner atención en tus preparaciones con tips básicos que incluso deben estar presentes en tu vida diaria. 

  1. Lávate las manos 

La pandemia dejó clara esta lección: lavar las manos con agua y jabón durante 20 segundos ayuda contra las enfermedades. Sin embargo, no se trata sólo de limpiarlas antes de cocinar, sino también durante y después para evitar una contaminación cruzada (traspaso de patógenos de alimentos contaminados a alimentos limpios). Por eso es importante cuidar tu higiene en toda la preparación.

  1. Mantén tus espacios y utensilios limpios

Mismo motivo: no uses el mismo cuchillo, tabla de picar ni recipientes para cada momento del proceso. Utiliza distintos utensilios para determinados alimentos (unos para crudos, otros para cocidos, unos para frutas, otros para carnes, etc.). Además, limpia tus espacios con regularidad y, si es posible, define lugares para tareas en específico.

  1. Descongela en el refrigerador

Es muy común que la gente deje descongelar los alimentos a temperatura ambiente, pero la forma más segura de hacerlo es pasando estos a la parte baja del refrigerador. Por supuesto, debe ponerse algún recipiente que recoja los líquidos que se viertan durante el proceso que tarda 12 horas o más Pero, si tienes prisa, otras opciones son descongelar con el microondas o con agua fría (nunca caliente); para esta última alternativa el alimento debe estar bien sellado en plástico y cambiarse el agua cada media hora. No olvides que algo que ya salió del congelador no puede regresar.

  1. Limpia frutas y verduras

En redes sociales han surgido posts que recomiendan desinfectar la verdura o fruta con bicarbonato de sodio y vinagre; sin embargo, esta combinación no es tan efectiva como otros productos comerciales (plata coloidal o cloro, por ejemplo). Para limpiar, lava con agua tus alimentos (sin pelar) para quitar restos de suciedad y luego utiliza un desinfectante seguro; sigue las instrucciones del producto para su efectividad. No tienes que enjuagar de nuevo.

  1. Cuida las temperaturas

Con las visitas la cantidad de carne que prepares posiblemente aumentará, por lo que debes asegurarte de que quede bien cocida y haya alcanzado la temperatura interna ideal, de en promedio 74°C. Puedes apoyarte de un termómetro para alimentos. Por el lado contrario, no te fíes del frío invernal. No dejes tus platillos en la mesa toda la noche, sino sólo durante el tiempo de la cena.

  1. Guarda correctamente el recalentado

Lo ideal es no preparar más comida de la que se vaya a consumir, pero si se te ha pasado la mano, cuida nada más que se encuentre a temperatura idónea. Para su mayor perdurabilidad, se recomienda dividir el platillo en partes, de manera que sólo se mantenga al alcance de la gente una porción y lo demás permanezca caliente o frío. Toma en cuenta la “zona de peligro”: alimentos a más de 4°C y menos de 65°C permiten el crecimiento de microorganismos. También guarda los sobrantes en un recipiente tapado, los más recomendados son los de vidrio. 

Presta atención a los signos

Si presentas diarrea, dolor de estómago o cólicos, náuseas, vómito y fiebre, es posible que tengas una infección o intoxicación por alimentos. Los síntomas pueden variar y normalmente duran unos días, pero si se presenta diarrea con sangre o que no cesa después de tres días, fiebre cercana a los 40°C, vómitos que impiden retener líquidos, mareos al ponerse de pie y poca o nula producción de orina, es importante acudir con el médico. También hay que prestar mayor atención a niños menores de 5 años, adultos mayores de 65, personas con bajas defensas y embarazadas.