La ciencia de la gratitud por Ana Paula Domínguez

Por: Redacción
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Fotografía: cortesía. Texto por Ana Paula Domínguez.

Te invito a practicar la gratitud genuina, la cual debe ser específica, contener algo personal, perdurar y producir una fuerte emoción.

A propósito de que ayer iniciamos con los 28 días de gratitud en mi Instagram, el neurocientífico y catedrático de la Universidad de Stanford, Andrew Huberman, descubrió que existen circuitos en el cerebro llamados “prosociales” que se activan cuando tenemos experiencias sensoriales como abrazar a un ser querido o a una mascota y que nos brindan bienestar físico y mental. Asimismo, existen los circuitos defensivos que son más robustos y se asocian con defendernos y alejarnos al sentir ansiedad o miedo; estos circuitos se activan cuando nos encontramos estresados o esperamos ansiosamente el peor de los escenarios.

Lo que también se descubrió fue que con una práctica de gratitud eficiente y repetida, podemos activar mucho más los circuitos pro-sociales, pero hay que saber que existen diferencias entre practicar la gratitud genuina y la gratitud transaccional, por ejemplo: si alguien te detiene la puerta del elevador y dices “gracias”, no es que estés agradecido genuinamente sino que todos esperan ese agradecimiento que, a fin de cuentas, a los dos minutos se olvida. En cambio, la gratitud genuina se da cuando realmente algo te mueve, cuando hay una emoción de apreciación y de estar conectada o conectado con otro ser humano, y normalmente, esto puede ser inesperado. 

Otros ejemplos podrían ser: si un día tú recoges la basura de tu vecina, esperas que ella te agradezca y eso es transaccional, automático. Pero imagina el escenario donde recoges la basura y ella sale, te mira a los ojos y te dice “la última vez que alguien recogió la basura de mi casa, fue cuando mi hijo vivía, así que gracias por hacer esto por mí”. Aquí hay una emoción inesperada y se podría decir que la vecina estaba genuinamente agradecida.  

Así que hoy te invito a que practiques la gratitud genuina, que de acuerdo a lo que explica Mel Robbins, autora de varios bestsellers, debe ser específica, contener algo personal, perdurar y producir una fuerte emoción. ¿Te hace sentido? Cuéntame en mis redes qué opinas al respecto y súmate al reto, aún estás a tiempo. Me dará mucho gusto leerte.

¡Hasta la semana que entra!

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