La increíble cotidianidad en Puras cosas maravillosas

Ciudad

A los siete años comenzó la lista: “Un helado. El color amarillo. Las guerras de agua. Las montañas rusas”. Si pudieras escribir todas las cosas maravillosas, por insignificantes que sean, que hay en el mundo, ¿qué dirías?

Escrita por los dramaturgos ingleses Duncan MacMillan y Jonny Donahoe, el monólogo Puras cosas maravillosas es un homenaje a la vida y a los pequeños detalles que la construyen, a pesar de tocar temas tan fuertes como la depresión y la pérdida.

Con la actuación de Pablo Perroni, la obra cuenta la historia de un hombre —quien nos transporta desde su infancia hasta que es adulto—, que tiene una madre depresiva y con pocas ganas de vivir. La lista, que en un inicio fue hecha para que ella valorara su entorno, pronto se convierte en algo que lo acompañará durante toda su vida y será su propia salvación. “Besar. Hacer el amor. Amar”, son algunas de las otras tantas cosas que se van acumulando en un cuaderno que, con el paso de los años, deja de tener la huella de los intentos de suicidio de su madre.

Dirigida por Sebastián Sánchez Amunátegui, Puras cosas maravillosas es un trabajo sensible —no cursi— en el que la excepcional música de jazz y el público — a quien Pablo invita a participar en varias de las escenas, ya sea para interpretar a su padre, el veterinario, su profesora o su novia— son otros de los elementos que ayudan a construir la ficción.

Divertida, dinámica y equilibrada entre los momentos más emotivos y los más humorísticos, Puras cosas maravillosas es una obra de la que sales con más ganas de admirar la vida: lo que has experimentado y lo que está por suceder.

Asiste a esta obra en el Foro Lucerna del Teatro Milán, los martes, a las 20:45 h. La entrada general tiene un precio de $250.