Con una larga vida de 52 años, los tlacoyos de Casas Alemán han cautivado a aquellos que andan en busca de un lugar para matar el hambre.

Los tlacoyos con mole de Casas Alemán

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Con más de 52 años de vida, los tlacoyos de Casas Alemán han cautivado a aquellos que andan en busca de un lugar para matar el hambre. 

Escondido entre las calles de Puerto San Blas y Puerto Tampico, en la colonia Casas Alemán se encuentra un improvisado puesto de metal cubierto con una llamativa lona roja. Su mobiliario es sencillo: un comal, un refrigerador y una delgada barra en donde puedes pararte a comer si lo deseas. El negocio es atendido por dos amables señoras quienes, gustosas, platican con sus comensales.

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Comentan que empezaron con la venta de garnachas desde hace 52 años, al principio estaban en un puesto establecido sobre la calle Puerto Tampico pero, por problemas personales con su arrendadora —hace 12 años—, tuvieron que vender en la calle, situación que catapultó al negocio porque desde entonces se volvió más popular, comenta una de las mujeres.

En este lugar, además de gente amable, también encontrarás huaraches, sopes, gorditas y tlacoyos, que puedes acompañar con las dos opciones de salsa que ahí preparan: la verde, elaborada con tomate y chile; o la roja, con tomate y chile de árbol seco. El secreto del sabor, comentan, está en su sazón.

Donde sí se volaron la barda fue en la creación de los tlacoyos con mole, chiquitos pero sustanciosos. Para elaborarlos toman un pedazo de masa y lo rellena con frijoles refritos, posteriormente le dan la forma ovalada con las manos y los ponen en el comal. No quedan muy simétricos, aunque una vez que los pruebes te darás cuenta que eso es lo de menos.

Después de la plancha son trasladados al aceite hirviendo, donde terminan de cocerse. Las vendedoras aseguran que la grasita es lo que le da el sabor y el toque crujiente al tlacoyo, por lo que te recomiendan que no lo pidas sin grasa.

Por último los bañan con el mole que ellas mismas elaboran de manera artesanal (obviamente, se negaron a dar la receta), después se les agrega cebolla picada y queso; te advertimos que uno no será suficiente, así que ve preparándote porque mínimo te llenas con tres.

Es tanta la popularidad de estas garnachas que tienen pedidos foráneos y cuentan que sus delicias han llegado hasta Estados Unidos.

Dónde: en la esquina de Puerto San Blas y Puerto Tampico, col. Casas Alemán, Gustavo A. Madero

Horario: de lunes a domingo de 9 a 21 horas

Costo: 10 pesos cada uno

(Fotos: Cortesía)