Patas de perro, una novela sobre la desolación

Ciudad

“Escribo para olvidar, esto es un hecho, necesito meter un poco de tranquilidad en mi alma, necesito descansar, necesito dormir, Dios sabe, sólo Dios sabe que hace diez meses que no duermo, aunque él tampoco dormía, bien lo recuerdo”: así arranca Patas de perro, escrita entre 1963 y 1964 y que, luego de permanecer varios años como una novela de culto, casi secreta, es rescatada ahora por la editorial Malpaso.

Bobi es un niño con patas de perro. Pero como si la vida no fuese ya lo suficientemente difícil, el destino le tiene preparados más retos: su familia, sumida en la pobreza, le tiene miedo; su padre, incluso, asco. Hasta que se ven en la necesidad de explotar su deformidad y utilizarlo para conseguir limosnas.

Es en uno de esos viajes que se encuentra con un hombre llamado Carlos, el narrador de la historia, quien está de visita en el barrio en búsqueda de una casa porque quiere casarse y dejar de estar solo.

Se trata de la historia de dos personajes dejados a su suerte por un Dios indiferente, que se encuentran por accidente y se hacen compañía a lo largo de un camino lleno de desgracias. Los dos, completamente solos. Ambos, abandonados. Despreciados por el resto. Es justo ese menosprecio lo que los une, lo que los obliga a aferrarse el uno al otro.

A lo largo de la narración se entrecruzan el monólogo del narrador, triste y desesperanzado, con algunas frases del pequeño, la mayoría dudas desesperadas sobre su origen y la razón de su deformidad. Patas de perro no es una novela fácil, y es que aquel que intente pasear por sus páginas se confrontará con temas como marginación, soledad, crueldad e intolerancia.

Patas de perro, de Carlos Droguett, es una novela sobre las emociones desoladoras de los marginales

 

Patas de perro

Carlos Droguett

Barcelona, 2016

Malpaso 303 páginas $273

 

 

 

Fotos: Shutterstock