¿Por qué hacer hidroterapia?

Ciudad LifeStyle

Fotografía: Cortesía

Miles de personas toman baños de agua caliente por la mañana, sin saber que sus cuerpos se están haciendo más débiles de aquellos que toman baños de agua fría 

En Londres se hizo un estudio en donde se demostró que los baños de agua fría ayudan a incrementar la producción hormonal y la fertilidad de hombres y mujeres. Estimula los nervios más que el agua caliente y hace que uno tenga energía renovada y sufra menos de fatiga. 

Como ayuda a mejorar la circulación sanguínea, la probabilidad de tener ataques al corazón e infartos disminuye.

El contacto del agua fría sobre la piel hace que nuestro metabolismo se acelere y nos proteja de la pérdida de calor. Para conseguirlo, aumenta la circulación sanguínea y su oxigenación. Esto conlleva a un aumento en la producción de colágeno y elastina, proteínas responsables de la firmeza y elasticidad de la piel. Por eso, también ayuda con el crecimiento del cabello y de las uñas.

Un baño breve de agua fría fortalece tu sistema nervioso, abre los capilares permitiendo que se liberen las impurezas del flujo sanguíneo. Cuando los capilares regresan a la normalidad, se refrescan los órganos y el sistema glandular. 

Antes de tomar tu sesión de hidroterapia te sugiero que hidrates tu piel y la prepares.  Primero realiza una exfoliación y la estimulación de tus células frotando tu piel en forma circular con un cepillo de cerdas naturales. 

Después unta aceite de ajonjolí o de almendras en todo el cuerpo de forma vigorosa. Por último entra a tomar la ducha con agua fría. 

Al entrar a la ducha empieza por los pies, cuerpo, cara (pero no la coronilla), cabeza o muslos.

Al terminar te sentirás con vitalidad y pleno ánimo para comenzar tu día.

Empieza con 30 segundos hasta que puedas aguantar 3 minutos. 

La hidroterapia no está indicada para mujeres embarazadas o que están en sus días de menstruación.

También puedes darte un baño de pies con agua fría antes de dormir para combatir el insomnio o aplicar hielo en las bolsitas de los ojos para deshincharlos.

Decía un maestro de la India: “Si tomas una ducha fría y dejas que baje por tu labio inferior por diez minutos, la mente se aclara. Si pones el agua entre las cejas y el labio superior puedes estar muy energético y si pones el agua en la frente se producirá sueño. Si dejas que el agua golpee tu pecho y vaya hacia los genitales, se cambiará toda la química del cuerpo y serás más saludable”.