Otra vez esa época del año

Comida

Otra vez llegamos a esa época del año en la que mi buzón se inunda de sugerencias para probar la hamburguesa de chile en nogada. Año tras año, a punto de llegar el mes patrio, se inaugura la temporada de chiles en nogada. A alguien un día se le ocurrió que sería buena idea mezclar este mundo con el de las burgers.

Las recetas comparten algo: la carne molida. Pero permítanme dejar algo en claro: una burger de chile en nogada no es una burger. Punto.

A lo más que llega es a un sándwich de chile en nogada (o sea, un platillo entre dos panes). No todo lo que está dentro de un bollo y tiene carne molida es una hamburguesa. Un sándwich de pollo, no es una chicken burger, por ejemplo.

Como lo he tratado de transmitir a lo largo de más de dos años en esta columna, una hamburguesa es carne de res molida, pan y, si uno quiere, queso, tocino, lechuga, jitomate, pepinillos, cebolla y aderezo. Se pueden añadir ingredientes como champiñones, rajas, chiles… pero todas las versiones deben contar con pan y un pattie de carne de res molida sobre el cual reposen los complementos.

Ahora bien, una hamburguesa que tenga, además, chile poblano, nogada, perejil y granada podría llamarse tal cual, pero ¿hamburguesa de chile en nogada?

Soy de la idea de que si algo no está descompuesto, ¿para qué arreglarlo? Si el espíritu patrio lo llama a comer este platillo representativo de lo mexicano, mejor cómase un chile en nogada hecho y derecho y no una invención de esas. Si lo que quieren es una buena burger, muchas opciones tienen para evitar zamparse una que sabe a todo menos a burger.

Este año, contrario a mis prácticas, la probaré. Sucumbiré a sus sugerencias y, como le hace mi fiel escudera, me dejaré llevar por el implacable efecto de la mercadotecnia.

Eso sí, no me pidan que haga reseña. Busquen otro blog que sea más abierto a todo tipo de platillos, aquí lo que nos gusta son las hamburguesas, simple y llanamente.