Planear con anticipación como manejas tu afore te puede ayudar a tener una mejor pensión. Arte, Michel Laris

Tu afore no es suficiente

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Para disfrutar una pensión holgada necesitas aprender a usar tu cuenta del retiro y entre más pronto mejor.

ARTE: MICHEL LARIS

Las aportaciones obligatorias de ahorro para la vejez no son garantía de que se obtendrán los suficientes ingresos para dar una vida digna a los jóvenes que ingresan al mercado laboral ni para quienes están desde 1997, año en que se crearon las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).

Yolanda Daniel Chichil, investigadora de la UAM sobre Afores y sistemas de pensiones para la vejez, advierte que ningún sistema de este tipo está diseñado para sustituir el último salario del trabajador.

“Si alcanza al menos el 70% del último sueldo, ya es positivo, pero en la mayoría de los casos de los sistemas de ahorro, lo que recibirá el trabajador equivale al 30% de su último salario”, explica la especialista.

De esta manera, hay trabajadores de la primera generación que comenzó a ahorrar en su Afore hace 20 años que se jubilarán en cinco más, y lo ahorrado sólo les alcanzará para recibir un salario mínimo al mes.

Ante este panorama, recomienda establecer otros métodos de ahorro y algunos pasos para evitar que los recursos para la vejez se debiliten más.

No los uses antes de tiempo

De acuerdo con la especialista, una de las acciones que debilita el fondo de retiro es recurrir a él por motivo de desempleo.

“Esto significa la disminución de las semanas cotizadas. Lo que dificulta tener un ingreso en el retiro, pues desde su creación hace 20 años, las Afores han padecido disminuciones por los vaivenes de la economía mexicana”, dice.

Al ser inversiones financieras, los ahorros para el retiro se encuentran sometidos a las especulaciones del mercado, que afectan a los ahorros.

En octubre y noviembre del año pasado, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) anunció que las minusvalías (o en otras palabras, las “pérdidas”) de este tipo de sistemas ascendió a 68 mil 154 millones de pesos repartidos entre las 56 millones de cuentas individuales de trabajadores en el país.

De acuerdo con la misma dependencia, esta ha sido la minusvalía más pronunciada desde junio de 2013, cuando la economía mexicana padeció un estancamiento motivado por la crisis inmobiliaria.

La minusvalía anunciada en noviembre de 2016 fue la cuarta que se padeció en ese año y la segunda de forma consecutiva.

“No existe ningún consejo para evitar que el ahorro disminuya —dice Yolanda Daniel—. Utilizar los recursos de la Afore antes de tiempo es un error que se comete por necesidad en un país donde existen altas tasas de desempleo”.

Esto se explica porque la tasa de desempleados en el país llegó hasta 2.4 millones al cierre de 2016, de acuerdo al informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo”. El mismo documento advierte que esta tendencia se mantendrá en 2017, con una tasa de desempleo del 4%.

Yolanda Daniel considera que los trabajadores podrían utilizar sus fondos de retiro por la falta de recursos.

“Uno atiende las necesidades inmediatas, antes de pensar con qué va a vivir en 25 años. El desempleo y los bajos salarios en México dificultan que el trabajador ahorre con fines de previsión. Si lo hace, es para el corto plazo”.

Comisiones hambrientas

La investigadora sugiere a los trabajadores que tienen su cuenta de ahorro que estén informados sobre la comisión que cobra la administradora que hayan elegido para su Afore. En algunos casos, esta misma es seleccionada por el empleador, pero el trabajador tiene derecho de cambiarse a la que considere más conveniente en cuanto a rendimiento y comisión.

“Desde que iniciaron las Afores, las comisiones se perciben como un factor muy influyente en la disminución de la cuenta”, dice Yolanda Daniel. En la actualidad, éstas fluctúan entre el 0.86% y el 1.10% y se cobran sobre el saldo de la cuenta individual.

El trabajador puede cambiar de Afore en caso de que la comisión que cobra la administradora sea muy alta, en comparación con el rendimiento que representará su ahorro una vez que se haya jubilado.

Para ello, debe tener en cuenta que es un trámite presencial que no pueden realizar otras personas. Además, estos cambios pueden hacerse sólo una vez al año.

Pese a todo, una opción de ahorro

A pesar de las minusvalías que afectan a los sistemas de ahorro, la investigadora de la UAM recomienda no dejar de utilizarla: “Es un elemento pequeño de ahorro, pero es un ahorro a fin de cuentas. Y esto va a permitir un pequeñísimo ingreso en la vejez”.

Sin llegar al catastrofismo, Yolanda Daniel sostiene que es probable que el dinero de las Afores no represente un ingreso aceptable para los jubilados.

Sin embargo, si se toman decisiones a tiempo, se pueden prever otras maneras de conseguir un ahorro, a través de planes de inversión a mediano y largo plazo.

También se pueden hacer aportaciones voluntarias que los trabajadores realizan a su Afore durante meses, años o hasta que cumplen 65.

En cifras:

  • 1997 fue el año en que se estableció la creación del sistema de Afores.
  • 56 millones de trabajadores tienen una cuenta de este tipo.
  • 30% del último salario es lo que se percibe, en promedio, con una Afore.