El día después: en busca de un México justo

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Fundada por un grupo de amigos, El día después es una plataforma que busca acercar a la población a problemáticas sociales y unir a la gente para exigir un México más justo

Todo empezó en una reunión entre amigos. Fue antes de las elecciones presidenciales; así como en cualquier platica, Diego Luna, Rulo, Paula Amor, Diego Jiménez y Diego Rabasa hablaban sobre la polarización que había entre los ciudadanos gracias a temas electorales y se preguntaban qué pasaría el 2 de julio de 2018, al conocer quién sería el nuevo presidente de México.

“Somos amigos y no solo hablamos de futbol, música o nuestras vidas. También lo hacemos de cosas que nos preocupan. Después de mucho platicar, quisimos dar el mensaje de que, ganara quien ganara, todos seguiremos viviendo aquí y seguir tan polarizados solo profundiza los problemas”, cuenta Rulo. Así nació El Día Después, una plataforma que busca la construcción de una sociedad empática y más consciente.

Por un país mejor para todos

Meses después, El Día Después cambió… o creció. El grupo de amigos, formado por actores, periodistas y escritores, se preguntó qué seguía. El siguiente paso fue que se convirtió en una asociación civil y dejó de centrarse solo en el tema electoral, pasó a tomar diversas problemáticas sociales en todo el país.

Cuando los fundadores pensaron en dar este paso, se acercaron a Ixchel Cisneros, quien es la directora de la asociación. Ella tiene amplia experiencia en medios y trabajó con organizaciones civiles, por eso era la persona ideal para comandar el proyecto.

Esta segunda fase empezó a planearse en octubre de 2018; sin embargo, en enero de este año se constituyó formalmente como una asociación civil que no recibe financiación del gobierno. Así, El Día Después se convirtió en un vínculo entre organizaciones, movimientos y colectivos de la sociedad civil con la gente que está interesada en apoyar una causa pero no sabe cómo.

La unión hace la fuerza

El Día Después es una página (eldiadespues.mx) en la que hay un directorio de organizaciones civiles. Hasta el momento, hay aproximadamente 120 repartidas por todos los estados del país. Cualquier persona interesada en apoyar o que busque ayuda, puede entrar al directorio y ellos le ayudan a ponerse en contacto. La búsqueda es fácil, pues es por entidad o por tema.

“Era necesario vincular estos dos mundos, porque todas estas organizaciones tienen años trabajando por los derechos humanos, pero no han sido lo suficientemente visibles para que los ciudadanos sepan con quién relacionarse. Nosotros servimos de puente entre unos y otros”, cuenta Ixchel.

El día después

Así funciona El Día Después

Aunque el directorio está disponible al público 24/7 y está compuesto por organizaciones enfocadas en diversos temas, cada cierto tiempo El Día Después se va a enfocar en una problemática para hacerla más visible; y todos los temas se van a trabajar de la mano de una asociación, movimiento o colectivo.

El primero de ellos fue la desaparición forzada de personas y se trabajó junto al Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México. Lo primero fue lanzar un corto documental dirigido por Diego Rabasa, llamado Sin tregua, además de llamar a la gente para que asistiera a las marchas del 10 de mayo, en las que madres exigen la búsqueda de sus hijos. Luego se hizo una campaña para pedir que los cuerpos de 26 mil personas que se encuentran en las morgues del país sean identificados.

¿Cómo se eligen las causas de la asociación?

Primero, son temas que tienen que ver con violaciones a los derechos humanos y ambientales. Ixchel busca qué está en coyuntura, los elige y los presenta ante los fundadores y el Consejo, y juntos deciden cuál será y con qué organización se va a trabajar.

Uno de los puntos importantes de El Día Después es la confianza y, por ello, se cercioran de que las organizaciones del directorio sean confiables. “Nosotros les estamos dando respaldo y para ello debemos investigarlas, justo para romper con el paradigma de que las organizaciones de la sociedad civil son corruptas o defensoras de criminales”, explica Ixchel.

Las organizaciones o colectivos les mandan sus datos e Ixchel y su equipo corroboran qué hacen, su historia, cómo transparenta sus cuentas y su relación con la sociedad.

En este sentido, El Día Después también trabaja en ser lo más transparente posible.

La asociación se mantiene de financiamiento de fundaciones internacionales. “No recibimos dinero del gobierno mexicano para no depender de nadie. La mayoría de El Día Después se mantiene de donaciones, pero no económicas, sino de tiempo y capacidades”, cuenta la directora de la asociación.

Y… ¿cómo participar?  

“Suena chistoso, pero somos como el Tinder de la sociedad civil —dice entre risas Ixchel—, porque hacemos el match entre la persona a la que le interesa un tema y una organización”. Todos pueden formar parte de El Día Después de distintas maneras. Con cada tema hay llamados a la acción, que van desde asistir a marchar o sumarte a la campaña en redes.

También puedes donar tu trabajo. En la página hay un apartado donde hay anuncios de lo que las organizaciones solicitan, por ejemplo, un ilustrador o un contador; mandas tus datos y El Día Después elige algunos perfiles y los vincula. Así, las personas pueden apoyar alguna causa. Pero si buscas ayuda, también puedes escribir.

“Tenemos el caso de una persona que desapareció en el Estado de México. Ya vinculamos a su familia con un colectivo que se enfoca en estos casos desde hace mucho tiempo. Esto ayuda a que el proceso de denuncia sea mucho más ágil y que la familia no se pierda entre tanto proceso”, explica Ixchel. Se puede ser voluntario a distancia o presencial.

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