El pulque ya tiene su museo

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La ciudad estrena el Museo del Pulque y las Pulquerías Tradicionales… ¡Y el recorrido termina en la pulcata!

No es una bebida alcohólica más, es LA bebida mexicana. El pulque es una maravilla de la historia de este país: solo existe en México y se ha producido siguiendo exacatamente el mismo proceso por miles y miles de años. De origen prehispánico, envuelve tradiciones, rituales y cultura y ha sobrevivido a los embates de la modernidad.

Para honrarlo, hoy abre sus puertas el Museo del Pulque y las Pulquerías Tradicionales (Mupyp), el primero en la Ciudad de México, a un costado de la emblemática iglesia de San Hipólito, en el Centro Histórico.

Contra la extinción

En su milenaria existencia, el pulque ha sobrevivido al desprestigio: desde la prohibición que impusieron los españoles en la Conquista por tratarse de una bebida ritual, hasta la década de los 80, cuando perdió su fama como bebida tradicional de orgullo y se convirtió en algo “corriente” gracias a una campaña de la industria cervecera. A pesar de que su consumo disminuyó significativamente durante algunos años (en los que cerraron decenas de pulcatas tradicionales), aún se mantiene presente en la cultura de los mexicanos. Algunos colectivos culturales se han dedicado a revalorizarlo y ahora mismo parece que los esfuerzos están dando resultados.

Pulqueros unidos

Integrada por dueños de pulcatas tradicionales en la Ciudad de México y el Estado de México, la Asociación Nacional de Pulquerías Tradicionales (ANPT) surgió como un colectivo dedicado a la difusión del pulque como una bebida emblemática de la cultura mexicana. Sus esfuerzos se han centrado en promover su consumo entre nuevos públicos y así preservar las pulquerías tradicionales chilangas.

¿Y por qué habría que preservarlas? Porque se trata de emblemas culturales, espacios perdidos en el tiempo que cuentan la historia de México entre curados y los éxitos de José José que tocan las rocolas. Porque (ahora) son lugares democráticos, donde todas las clases sociales, géneros y religiones son bienvenidos.

Son más de 30 las pulquerías que ahora forman parte de la ANPT: El Templo de Diana, La Bella Cande, La Gloria de Neza, La Palma, La Pescadora, La Reyna Xóchitl, La Victoria, Las Cremas, La Antigua Roma, La Bella Carolina, Las Duelistas, La Paloma Azul, La Gloria, La Hija de los Apaches… Entre las acciones que juntas realizan para alcanzar sus objetivos de difusión está la Feria de las Pulquerías Tradicionales (pionera en la exposición de productores pulqueros), la revista La Panana y la Ruta Selecta de Pulque (tour con enfoque cultural por estados con tradición pulquera). El museo es su más reciente y ambicioso proyecto.

El nuevo museo del pulque

Ubicado a unos pasos de la emblemática Iglesia de San Hipólito, en el Centro Histórico, el Museo del Pulque y las Pulquerías Tradicionales es galería, museo, pulquería y escaparate de la cocina típica pulquera.

“Tuvimos la visión de tener ya una casa que es el museo —cuenta César Ponce, presidente de la asociación—, pero además es una pulquería, o sea, ¡es un museo vivo!”.

Hay dos salas. La Rentoi está completamente dedicada a las pulquerías tradicionales de la Ciudad de México y el área conurbada. “Ahí contamos el control sanitario que involucra el manejo del pulque en las pulquerías —cuenta Alín Reyes, museógrafa encargada de la curaduría del Mupyp—. Y también un poco de cómo se han construido sociológicamente”. La sala Cocote habla con más detalle del proceso de elaboración del pulque, “desde el cultivo del maguey hasta cuando el tlachiquero lo extrae del maguey, lo traslada al tinacal y se transporta hasta la Ciudad de México”.

El montaje de las salas y la disposición del espacio se sale del estereotipo de “lo que tiene que ser un museo”. Según Reyes, empezaron con la investigación del tema y a recopilar objetos interesantes; después se dedicaron a contar una historia que termina en la pulquería, entre tacos y curados.

Echarse un curado o uno natural en Pulquería Panana es parte de la experiencia de visitar el museo. El pulque que aquí sirven viene de Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México. Los curados irán cambiando de sabor según temporalidad de ingredientes y la comida es la típica de pulcata: mixiotes, chicharrón en salsa verde, barbacoa, mole y los clásicos molcajetes con salsas martajadas… Todo para taquear. Además, la botana es gratis de 13:00 a 14:00 todos los días.

Lánzate a explorar la cultura de este fermentado de aguamiel, de paso te quedas a echar el trago y el taco y hasta puedes pasar a la iglesia a pedirle el milagro a San Juditas.

El museo abre hoy viernes 8 de febrero y la entrada será gratuita desde hoy y hasta el domingo. A partir del lunes, el acceso tendrá un costo de $20. Además, habrá diferentes actividades, como cuentacuentos, grupos de música en vivo y más. Te recomendamos checar su página de Facebook para ver programación (Mupyp). Se ubica en Ex Convento de San Hipólito (Av. Hidalgo 107-109, Centro Histórico), y el horario es de lunes a sábado, de 10:00 a 22:00.