Ascenso a la equidad

Especiales

Cada vez más empresas dejan atrás prejuicios para integrar a la comunidad LGBTTTI en sus filas y así construir un ambiente más diverso

ARTE: ALBERTO MONTT

A mediados de junio, considerado el mes del Orgullo LGBTTTI, la petrolera estatal Pemex difundió a través de redes un video donde una mujer trans, un hombre gay y una mujer lesbiana hablan sobre su experiencia como trabajadores de la empresa e integrantes de esta comunidad.

En poco más de un minuto se condensan las acciones que la compañía ha realizado a favor de la diversidad y la no discriminación, como la creación de una red de empleados LGBTTTI, la inclusión de las parejas de los empleados como beneficiarios del seguro médico o la creación de baños unisex.

Estas acciones no son nuevas. Algunas firmas multinacionales las han puesto en práctica desde hace casi más de 20 años. Son políticas que comenzaron a implementarse en Estados Unidos y que poco a poco se han realizado en México. Estas van desde adoptar los colores del arcoíris en su logo hasta incluir en su seguro médico empresarial la cirugía para reasignación de género.

“Lo importante es comunicar a clientes y empleados cuál es la postura de la empresa ante esta comunidad”, dice Alberto Pino, gerente de Cadena de valor para la empresa química Dow y líder de Gays, Lesbians and Allies at Dow (GLAD), la red de empleados LGBTTTI. “No queremos que nuestros clientes vean las campañas a favor de la diversidad como algo nice, sino indispensable para el bienestar. Si no eres una empresa abierta en estos temas, te estás perdiendo oportunidades geniales de contratación”.

Por su parte, Delfina Grossi, gerente de Soluciones de Mercado y embajadora de la Diversidad en Google México, recalca que la defensa de la diversidad es, además de un tema ético, un asunto de negocios: “Los clientes de Google son diversos, por lo tanto es necesario que nuestro equipo también lo sea. Nuestros productos consideran las diferencias de raza, de género y de preferencias, para seguir impactando”.

Cada vez más empresas se suman al impulso de prácticas a favor de la diversidad. En 2014 se creó Pride Connection México, una red empresarial que mensualmente se reúne para fomentar prácticas corporativas enfocadas en la comunidad incluyente.  En un inicio, únicamente cuatro empresas  conformaban la red (IBM, Accenture, Dow y Scotiabank). Tres años después, la cifra de empresas que integran Pride Connection se ha elevado hasta alcanzar 30 multinacionales y dos mexicanas: Pemex y Cinépolis.

Apertura y negocios

César Casas, presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, explica que una empresa que no contempla la diversidad se queda rezagada.

“La globalización nos alcanzó”, sentencia, refiriéndose a que las políticas de inclusión forman parte de grandes multinacionales desde hace más de una década. Por ejemplo, la empresa de tecnología IBM es una de las pioneras en la creación de una red voluntaria de empleados que impulsa acciones inclusivas.

“En 2004, cuando aún no existía en la CDMX el matrimonio igualitario, nuestra empresa contaba con beneficios para las parejas de nuestros trabajadores”, explica Isabel Romo, gerente de Diversidad e Inclusión en IBM. “Nuestra meta es cumplir con una cultura libre de discriminación”.

Las multinacionales han consolidado sus prácticas de inclusión con el paso de los lustros, pero si las empresas mexicanas ignoran estas necesidades, puede costarles la pérdida de aliados comerciales.

“En el mundo de los negocios hay un código tácito: las multinacionales no se involucran con otras empresas que no compartan su visión. La alta dirección de las firmas mexicanas comienza a entender que implementar acciones por la diversidad no es optativo: tienen que hacerlo de buena gana”, explica Casas.

Ahí es donde actúa la Federación de Empresarios LGBT. Desde hace tres años, esta institución asesora a las empresas para adquirir o mejorar sus prácticas de inclusión. Una tarea relativamente fácil de concretar en empresas multinacionales, pero complicada cuando se trata de empresas mexicanas. “Generalmente es el área de Recursos Humanos la que comprende la importancia de desarrollar una empresa diversa. Pero no ocurre así con dueños y accionistas conservadores”, indica Casas.

El presidente de la Federación LGBT agrega que otro de los factores que propicia la resistencia es el miedo a tener pérdidas económicas por implementar acciones de inclusión. “Contraria a esta creencia, las políticas de diversidad logran que le vaya mejor a la empresa. No van a dejar de vender ni de hacer negocio”.

Eso ha impulsado a 80 multinacionales y mil empresas particulares a vincularse con la Federación Mexicana de Empresarios LGBT para mejorar sus políticas. “Estos códigos deben tener tres pilares: la atracción y la retención de talento diverso, además de actos de coherencia, es decir, que el discurso incluyente se traduzca en prácticas dentro y fuera de la empresa”.
      Acciones como estar presentes en la marcha del Orgullo LGBTTTI 2017, una oportunidad de oro para que las empresas hagan visible su apoyo a la comunidad, en un país donde se realizan centenares de marchas contra el matrimonio igualitario.

En cifras:

  • 1, 200 integrantes de Pride Connection participarán en la marcha del Orgullo  LGBTTTI 2017.
  • 65 mil millones de dólares anuales genera el mercado LGBTTTI en productos.
  • 8 millones de mexicanos se estima que integran la comunidad LGBTTTI.