La sabia justicia frente a un acto salvaje

Opinión

La semana pasada el juez Juan Raúl Aquino Geminiano emitió una sentencia histórica en México. Por el delito de corrupción de dos menores de edad, en su modalidad de inducción a actos sexuales y exposición de filmes pornográficos fue condenado a 16 años y seis meses de prisión Gerardo Silvestre Hernández. ¿Qué tiene de histórica la sentencia? Que Silvestre es sacerdote de la Iglesia Católica, una poderosa institución que hasta ahora había podido garantizar impunidad a los numerosos miembros que han sido denunciados por cometer estos abominables actos en comunidades indígenas de Oaxaca.

Sin embargo, la resolución del juzgado mixto de primera instancia del distrito judicial de Villa Alta, se queda corta frente a los hechos ya que sólo dos de las decenas de víctimas tuvieron la fuerza suficiente para denunciar y mantenerse a lo largo de un proceso judicial que duró cuatro años en los que ocurrieron amenazas, atentados, difamaciones y agresiones directas en contra de quienes apoyaron a las familias denunciantes, entre los que se encuentran un grupo de sacerdotes dirigidos por el padre Manuel Arias y los miembros del Foro Oaxaqueño de la Niñez.

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La plataforma Detective, de Agencia Bengala, retomó el caso en 2016, realizando el documental Silvestre. Pederastia clerical en Oaxaca, producido por Cristina Sada Salinas. Durante la investigación para este trabajo no quedaba duda alguna del crimen cometido en diversos pueblos indios de Oaxaca por parte de este sacerdote. También hay evidencias de la protección recibida por el actual Arzobispo José Luis Chávez Botello, quien se negó a castigar el acto dentro de las instancias de la Iglesia católica (al igual que El Vaticano) y que al momento de escribir esta columna no ha pedido disculpas a las víctimas.

Esta resolución judicial debería ser un parteaguas para que las autoridades civiles de todo el país puedan ofrecer justicia a quienes hayan sido víctimas de delitos cometidos por miembros de la Iglesia católica, sin que las amenazas o los prejuicios, estén por encima de la justicia. En la tierra donde nació Benito Juárez, ya han establecido el precedente.

TARUMBA 

Esta columna desaparecerá el día de hoy. Durante su existencia fue escrita con plena libertad y permitió tener un diálogo de diversas formas con cientos de personas a quienes agradezco la atención. También agradezco a Carolina Rocha, Jorge Guzmán, Karen Camargo, Ilse Rodarte, Lisa Fournier y a todo el equipo trabajo de Máspormás, en especial, a Gustavo Guzmán, uno de esos hombres que se la pasa mirando el futuro para entender el presente.