Padres para toda la vida

Ahora que los niños están de vacaciones se les pregunta que es lo que más les gusta de estas fechas y contestan: “Lo que más me gusta es que puedo estar con mis papás”. No es Santa Claus ni los Reyes Magos los que los hace felices. Los niños son felices porque pueden pasar tiempo con la familia. Muchas personas piensan que serían más felices si tuvieran más dinero o una posición más alta en la escalera social. Pero esas son cosas de mayores. Investigaciones muestran que esos asuntos no importan tanto, por lo menos no en sociedades prósperas e igualitarias. Quién no recuerda que la ilusión de adornar los arbolitos, escribir la carta a Santa o madrugar y titiritar de frío frente a los regalos de los Reyes se cristalizan en felicidad sólo si se comparten con mamá y papá. A poco no. Ojo papás. Ustedes, los que se desviven por trabajar por sus hijos, pero casi no están con ellos deberían atender este llamado: “Por cuestiones económicas y laborales mamá y papá se alejan de sus hijos y eso no es bueno porque en muchos casos no sólo se pierden de una de las etapas más hermosas de todo ser humano, la infancia y de sus hijos, sino que a futuro estos niños podrían presentar problemas emocionales al respecto”. Quien lo dice es la doctora Leticia Sánchez Méndez, especialista en psicología infantil del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI). Esta temporada de fin de año habrían de darse tiempo a reflexionar. ¿Cuánto tiempo pasa con ellos? ¿De qué hablan? ¿Los escucha? No hay ninguna época del año en que casi todas las familias están más juntas y contentas que en esta de fin de año. Lo demás: posadas, regalos, Santa y los Reyes son un aderezo. Sánchez Méndez dice que el debate no debe ser si los niños deben creer o no en Papa Noel o los Reyes, ya que desde el punto de vista psicológico éstos tienen su peso y razón de ser. Primero porque representan una tradición que despierta ilusión en los niños, desarrolla la creatividad y la confianza en sí mismos y los demás. “En el momento que dejan de creer en estas figuras trasladarán la ilusión en sujetos fundamentales: sus propios padres”. ¿Usted que quiere ser: rey mago por algunos años o padre para toda la vida?, es una pregunta que se escucha en los consultorios psicológicos y buena parte de los papás se han quedado callados. Es triste que por estas fechas en que las familias pueden pasar tiempo juntos se den casos en los que se propician las malas relaciones. Curiosamente, según los expertos, suelen agudizarse en esta época. Es probable que eso ocurra precisamente por la falta de costumbre. “Si algo anda mal en familia, por la convivencia, se puede poner peor. De ahí viene una causa de la frustración navideña que muchas personas experimentan. Lo mejor es ser sinceros y en lugar de crear escenarios hostiles es momento de solucionarlos en la medida de lo posible”, concluye la especialista.

ALEJANDRO SÁNCHEZ / @alexsanchezmx