La CDMX genera 16 mil toneladas de desechos de las construcciones y demoliciones, que a menudo son abandonadas en la vía pública o en zonas naturales, por lo que su aprovechamiento es vital para el desarrollo sustentable de la capital
La población de la Ciudad de México está familiarizada con la separación de la basura que genera en su vida cotidiana, como los restos de alimentos, los plásticos PET, el cartón o las baterías. Este proceso inició en la capital desde 2010 y continúa hasta la fecha; no obstante, poco se habla de los residuos que se derivan de la construcción de nuevas edificaciones (tanto públicas como privadas), la remodelación y la demolición total o parcial de inmuebles (RCD).
De acuerdo con el Congreso de la Ciudad de México, la capital genera diariamente 16 mil toneladas de residuos de la construcción, muchos de los cuales terminan tirados en la vía pública o en áreas de valor ambiental, como las barrancas. De estos, las obras públicas y privadas generan el 76%. Suelen ser materiales minerales como tierras, hormigón, ladrillos y cerámicos, además de cantidades variables de residuos de madera, metal, yesos y plásticos, entre otros.
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Una nueva vida
Según el Inventario de Residuos Sólidos de la Ciudad de México 2021, este tipo de residuos se compone en mayor proporción de materiales inertes, por lo que “su aprovechamiento no debe representar un problema, sino que más bien puede contribuir a la disminución del consumo de recursos minerales naturales, de manera integral y sostenible”.
El gobierno de la ciudad estableció desde 2021 la importancia de crear estrategias para reintroducir estos desechos a la cadena de valor y con ello evitar la extracción, transporte y procesamiento de materias primas vírgenes, así como para evitar los problemas ambientales asociados a su inadecuada disposición.
Según la norma actualizada NACDMX-007- RNAT-2019, estas materias primas vírgenes deben ser sustituidas por materiales reciclados en elementos constructivos no estructurales de obras públicas y privadas. Desde entonces, el sector de la construcción de la capital debe usar materiales como el agregado reciclado, creado a partir de concreto recolectado de las demoliciones, para crear elementos como mampostería, concreto o mezcla asfáltica.
RECICLAJE, OBLIGACIÓN CIUDADANA
La Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México establece que todas las personas físicas y morales que realicen obras de construcción deberán contar con un convenio o contrato vigente con una planta de reciclaje de residuos de la construcción y demolición, que garantice el reciclaje de los residuos a generar en sus procesos productivos, que deberá presentarse ante la Secretaría del Medio Ambiente de la ciudad y la alcaldía correspondiente, para la obtención de los permisos de construcción o demolición pertinentes.
Fotografía: cortesía. Texto por Arlen Pimentel
