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¿Fake fiction sobre Versace?

Cine/TV

En los 90, cuando la moda se volvió fenómeno global con la exposición en todos los medios de las supermodelos, surgió una rivalidad tan memorable como las de Senna-Prost, Oasis-Blur o Federer-Nadal: la de los diseñadores Gianni Versace y Giorgio Armani. ¿Qué tal pintará esta serie sobre Versace?

En la época, Versace describía los diseños de Armani como aburridos —por decir lo menos—. La controversia se inició cuando Armani declaró que en un encuentro en Roma, Gianni se acercó y le dijo “mientras yo visto zorras, tú vistes señoras de iglesia”.

Traigo a cuento la anécdota porque al fin estrenó American Crime Story: The Assassination of Gianni Versace, la segunda temporada de la serie considerada spin-off de American Horror Story. Cada temporada presenta una miniserie basada en crímenes reales y mediáticos sucedidos en EU (la primera entrega presentó el juicio a O.J. Simpson).

El elenco lo componen Edgar Ramírez, quien da vida al diseñador, mientras que Ricky Martin es Antonio D’Amico, su pareja sentimental, y haciéndole enorme favor a la hermana de Gianni, Penélope Cruz interpreta a Donatella.

A pesar del genial casting y el guion basado en una investigación, los Versace ya se inconformaron con la serie; la califican de “mera ficción”, pues está basada en el libro Vulgar Favors, de la periodista Maureen Orth. Hay que decir que Ryan Murphy, el productor, respondió que la verdad sí se dio algunas licencias para “conseguir un relato más emotivo”. Pero ¿qué serie no se las da? The Crown, por ejemplo, ¿nos gustaría tanto si Claire Foy y Matt Smith no fueran tan atractivos? ¿O si no pudiéramos ver a la reina en sus aposentos, triste, insegura o enojada?

Este tipo de series nos retan como espectadores. Ahora tenemos que aprender a distinguir entre ficción, documental, biografía o la mezcla de todos estos géneros. Ver estas historias nos obliga también a tener el celular en mano para ver las coincidencias que hallamos en la red. La vida y muerte de Versace, con sus chismes, sus amores y un asesino serial acechando, suena imperdible. Que nos perdone Donatella.

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