Fotografía: cortesía
El hábito de la lectura tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional: nos brinda la oportunidad de escapar de la realidad por un momento y sumergirnos en historias fascinantes.
La lectura es una de las habilidades más valiosas para desarrollar a lo largo de nuestras vidas. No sólo nos permite acceder a un mundo de conocimiento y entretenimiento, sino que también brinda una serie de beneficios que influyen en nuestro desarrollo personal y profesional. Una de las principales ventajas es que estimula nuestra mente y nos ayuda a desarrollar habilidades cognitivas.
Leer nos obliga a concentrarnos, a comprender y a analizar la información, lo que fortalece nuestra capacidad de pensar de manera crítica y creativa. Además, al leer diferentes tipos de literatura, ampliamos nuestro vocabulario y mejoramos nuestra comunicación. Otro beneficio importante es que nos permite desarrollar empatía y comprensión hacia otras personas y culturas: a través de ella podemos ponernos en el lugar de los personajes y entender sus emociones y experiencias, y esto nos ayuda a ser más tolerantes y respetuosos con la diversidad. Fomentar este hábito desde la familia es una inversión en el futuro de las nuevas generaciones y una forma de enriquecer nuestro entorno sociocultural.
Los padres pueden animar a sus hijos a leer al proporcionarles libros adecuados a sus intereses y nivel de lectura, por lo que es importante que se involucren en las actividades escolares relacionadas con la lectura y que establezcan un tiempo dedicado a ella en la rutina diaria. Por ejemplo, establecer una hora antes de dormir para leer un cuento o dedicar un momento semanal para comentar los libros que se están leyendo puede ser la mejor forma de propiciar gradualmente esta dinámica.
HÁBITO EN FAMILIA
Fomentar el hábito de la lectura desde la familia es crucial para asegurar que los niños y jóvenes desarrollen un amor por los libros desde una edad temprana. Los padres pueden ser modelos a seguir leyendo en casa y compartiendo sus experiencias con sus hijos. También pueden crear un ambiente propicio, como tener una biblioteca en casa o establecer momentos de lectura compartida. Ir a la librería o a alguna biblioteca juntos puede ser una experiencia emocionante, poco convencional y muy enriquecedora para la familia.
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