El misterioso origen del taco

Por: Redacción
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Fotografía: Cortesía Texto: Carlos Bautista Rojas

Es inconcebible, casi irreal, que algo tan cotidiano y fundamental de nuestra cultura como lo es el taco, nadie sepa cómo ni dónde surgió, empezando por la palabra misma.

Cuenta la leyenda que, allá por el siglo XVIII, entre los trabajadores de las minas de plata en Real del Monte (en el estado de Hidalgo), se usaba el término “taco” para nombrar a las cargas de pólvora que envolvían en papel para abrirse paso entre las rocas.

Se dice que ese término luego lo trasladaron al modo en que envolvían en tortillas los guisados de los que se alimentaban y que, el uso de “taco” migró con ellos cuando se vieron obligados a buscar trabajo en otros lugares (en particular a la Ciudad de México), cuando las minas dejaron de ser productivas (a partir de las guerras civiles del siglo XIX)…

Es una historia muy bonita y “pintoresca”, pero no deja de ser eso, una leyenda: imposible de comprobar por medio de ninguna evidencia histórica. 

A decir de la Academia…

Si consultamos el DEM (Diccionario del Español de México), la primera acepción señala algo que nos resulta más que obvio: «Tortilla de maíz o de harina que se dobla o enrolla para envolver algún alimento que se le añade, como frijoles, quelites, salsa, carne, etcétera», pero nada dice de su origen etimológico.

Por su parte, Joan Corominas señala que esta palabra  (con sus derivados)  “es de origen incierto”, pero común a las principales lenguas romances y germánicas de Occidente y que, por lo mismo, no hay suficientes evidencias para saber si pasó del germánico al romance  ( o viceversa)  o si surgió de forma paralela en ambos grupos lingüísticos.

Sin detenernos más en otros diccionarios (como el de la Real Academia), todas las acepciones son posteriores a 1739 y no consideran variantes del náhuatl, del cual sería más lógico que derivara el término vinculado a la tortilla de maíz, y de la que hay sobradas referencias de cómo la consumían los mexicas antes y después de la llegada de los europeos. 

Una hipótesis

Hay quienes sugieren que taco proviene del náhuatl tlahco, que significa «la mitad de algo», por la asociación de que el alimento se pone «a la mitad de la tortilla»; sin embargo, este término se usaba más para cotizar objetos o como medida de intercambio; por algo los cuartos de real durante el Virreinato se llamaron tlacos y, por antonomasia, se convirtieron en sinónimo de “valor ínfimo”. Pero en el mismo náhuatl existen otros términos  (anteriores a 1585, registrados por fray Bernardino de Sahagún)  que podrían darnos ciertas luces de dónde viene nuestro taco

quauhtlaqualli: «Tortillas blancas, grandes y rugosas destinadas a las comidas de reyes»

tlaqualiztli: «Acción de comer, comida».

tlaqualizpan: «Hora de comer, durante la comida».

tlaqualli: «Plato, manjar, vianda, todo cuanto se come».

Si Cuauhnáhuac bajo la pronunciación castiza derivó en «Cuernavaca» y Huitzilopochco derivó en «Churubusco»  ( como miles de nombres, regiones y demás conceptos de los antiguos mexicanos) , es probable que «por practicidad» [sic] alguna de las palabras anteriores terminara en taco. Ya serán los expertos  (etimólogos y lexicógrafos), quienes confirmen o no esta hipótesis.

La primera taquiza


De lo que sí hay una clara evidencia  (y testimonio)  es de la primera taquiza de la historia  (al menos como las conocemos en la actualidad) , cuando Hernán Cortés ordenó cocinar un cerdo en la villa de Coyoacán con motivo de la conquista de Tenochtitlan , el cual comieron sus soldados con tortillas, vegetales  ( seguro nopales y quelites)  y mucho vino, según narra Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de Nueva España, y de lo cual en 1967 hizo eco Salvador Novo en su Cocina Mexicana o Historia gastronómica de la Ciudad de México. 

Y uno de canasta…

SAN VICENTE XILOXOCHITLA, TLAXCALA. 02DICIEMBRE2018.- En la comunidad de San Vicente Xiloxochitla del municipio de Nativitas en Tlaxcala, se realiza la feria nacional del taco de canasta, donde decenas de taqueros regalan miles de tacos de canasta a los turistas que acuden anualmente a esta colorida feria. Cabe señalar que gran parte de los vendedores de tacos de canasta que laboran en la CDMX, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala son originarios de esta comunidad, pues este manjar gastronómica tiene su raíz en tierra tlaxcalteca. FOTO: JOAQUÍN SANLUIS /CUARTOSCURO.COM


Vale recordar cuanto dijo Jorge Ibargüengoitia sobre los tacos sudados  (hoy llamados “de canasta”)   en su libro Sálvese quién pueda , y que según algunos historiadores provienen de San Vicente Xiloxochita, Tlaxcala: “La introducción en el mercado de los tacos sudados constituye uno de los elementos culminantes de la tecnología mexicana, comparable en importancia a la invención de la tortilladora automática o a la creación del primer taco al pastor. El taco sudado es el Volkswagen de los tacos: algo práctico, sencillo y económico. Entre que pide uno los tacos y se limpia la boca satisfecho, no deben haber pasado más de cinco minutos”. 

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