Foto: Especial

En el cuerpo una voz, una historia violenta

Ciudad

¿Realmente el ser humano es capaz de aceptar la violencia como parte de su cotidianidad? ¿Somos tan idiotas para no reconocernos en los otros? ¿En verdad no hay un límite para el sadismo? ¿Tanta agresividad es parte de nuestra naturaleza? Son algunas de las interrogantes que, sin duda, siembra en la cabeza del lector la novela más reciente de Maximiliano Barrientos (una sensación de tristeza y desolación muy similar a la que se nos queda tras sintonizar un noticiario o leer un periódico).

A través de distintos personajes, En el cuerpo una voz (editada en nuestro país por Almadía) narra cómo una nación sudamericana (Bolivia) queda hecha pedazos tras una cruenta guerra civil. Un par de hermanos que huyen de un ejército; un hombre que, después de la catástrofe, realiza un documental con los testimonios de seres llenos de cicatrices para que el terrible suceso nunca se borre de la memoria colectiva; y un gran conjunto de adultos y niños mutilados obligados a seguir con vida pero sin esperanza. Y al centro de todos, una figura terrorífica: un exmilitar (a quien todos apodan El General) que encabeza un movimiento bárbaro y que obliga a sus prisioneros a alimentarse con los restos de sus víctimas.

El ser humano convertido en el peor depredador de su especie y de muchas más. El ser humano visto e imaginado desde su lado más oscuro. El ser humano como una especie incapaz de saciar su hambre de violencia y de venganza. Y la muerte retratada como la única escapatoria a ese infierno.

Es difícil salir ileso del libro de Maximiliano Barrientos (tras su lectura, se siente miedo al otro, pero también hacia uno mismo), pero así son los buenos libros: de los que uno sale raspado, golpeado, cambiado y desconcertado.

En el cuerpo una voz portada
Foto: Especial

En el cuerpo una voz

Maximiliano Barrientos

Almadía, México, 2017

215 páginas, $249

 

 

 

También te puede interesar: ¿Quién era Laëtitia Perrais?