Cada vez son más estados los que reconocen este tipo de violencia y la tipifican; sus consecuencias son graves porque llega a causar suicidios de madres separadas de sus hijas e hijos
La violencia vicaria es definida en la Ciudad de México desde noviembre de 2022 como “la acción u omisión cometida por quien tenga o haya tenido una relación de matrimonio, concubinato o haya mantenido una relación de hecho o de cualquier otro tipo, por sí o por interpósita persona, que provoque la separación de la madre con sus hijas e hijos o persona vinculada significativamente a la mujer”.
De acuerdo con la reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aprobada por la Comisión de Igualdad de Género del Congreso local, este tipo de violencia se reconoce cuando ocasiona un “daño psicoemocional, físico, patrimonial o de cualquier otro tipo a ella y a sus hijas e hijos e incluso el suicidio a las madres y a sus hijas e hijos, así como desencadenar en el feminicidio u homicidio de las hijas e hijos perpetrados por su progenitor”.
Aunque este tipo de casos son comunes, las cifras apenas están emergiendo. El Frente Nacional contra la Violencia Vicaria logró documentar 2 mil 231 casos en el país durante el año pasado, de los cuales 350 fueron reportados en la capital y 469 en Jalisco; no obstante, según la diputada petista María Rosete Sánchez, la Ciudad de México ocupa el primer lugar de casos de violencia familiar.
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DÍA DE LUCHA
El 11 de mayo de 2022, un día después del Día de las Madres, activistas y víctimas protestaron en varios estados del país como la CDMX, Estado de México, Baja California, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Yucatán e Hidalgo, para exigir el reconocimiento y castigo de este tipo de violencia. Ese día fue declarado por las colectivas como el Día de la Lucha contra la Violencia Vicaria en el país. Gracias a esta lucha, el dictamen de reforma de ley fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados y en la de Senadores en marzo pasado.
Fotografía: cortesía. Texto por Arlen Pimentel
