La Casa de Juan Juan, una terraza para los fanáticos de la aviación

Ciudad

Dicen que hemos perdido la capacidad de asombro, pero hay algo que a muchos nos sigue pareciendo fascinante: que máquinas de cientos de toneladas de peso puedan elevarse y transportar a millones de personas cada día. Quizá por eso los puentes peatonales aledaños al aeropuerto de la CDMX se siguen llenando de chilangos curiosos que pasan horas mirando las salidas y las llegadas de estas moles voladoras.

La familia de Juan Carlos Juan (sí, así se llama), oriunda de la colonia Cuchilla del Tesoro, podía realizar estos avistamientos desde la comodidad de su azotea, porque su casa está pegadita a las pistas del AICM. La vista y ubicación eran tan privilegiadas que, hace dos años, decidieron montar una terraza e invitar a más gente a quedar absorta con el ir y venir de los aviones.

Cuenta Araceli, la esposa de Juan, que mientras en el aeropuerto te tratan como terrorista si intentas fotografiar los aviones, aquí no pueden decirte nada porque lo estás haciendo desde propiedad privada. Los federales les echaron el ojo desde el principio, pero sus actividades son 100% lícitas, así que no hay tos. Por eso, se convirtió en el punto de reunión para los spotters defeños, es decir, aficionados de la aviación que se saben los modelos de las naves y todas sus características técnicas, además de las horas de llegada de los vuelos nacionales e internacionales. Vienen a platicar y traen unas supercámaras para tomar fotos impresionantes. La Casa de Juan Juan también es frecuentada por pilotos, empleados de las aerolíneas y viajeros que encontraron el mejor secreto para matar el tiempo de su escala en las inmediaciones del aeropuerto.

La familia Juan es buenísima onda y reciben a todos sus visitantes con sonrisas y una excelente plática. Incluso los perros Sukhoi y ATR (nombres que los fans de la aeronáutica entenderán) llegan a saludarte y ofrecerte su pancita para que los rasques. Suena a cliché, pero de verdad te hacen sentir en casa.

La Casa de Juan Juan está al fondo de la calle Poniente 13, en la colonia Cuchilla del Tesoro, y abre de martes a domingo. Los fines es cuando más se llena. La entrada cuesta $20. Puedes echar un taco y disfrutar la tarde con un refresco y un café.