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11/04/2021
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Negocios poco comunes que sobreviven en el Centro

-Cirios y velas (aquí sí encuentras la luz)

En el número 122-C de la calle Venustiano Carranza, cerca de Correo Mayor y en una de la zonas más caóticas del Centro Histórico, por la gran concentración de comercios ambulantes que hay ahí, se encuentra un establecimiento que apenas se distingue entre los que le rodean. Los aparadores que dan al exterior muestran cirios, lo que a estas alturas del siglo XXI, cuando la luz eléctrica está en todas partes, podría pensarse que ya ni siquiera existe.

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La Cerería de Jesús es el nombre de este establecimiento que desde hace aproximadamente 100 años se ha dedicado a proporcionar una “luz” a los habitantes de la Ciudad de México y también a los que dejaron de pertenecer a esta vida, ya sea con una vela aromática o con un enorme cirio pascual, de esos que hay en las iglesias.

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En esta cerería los clientes pueden encontrar cirios y velas de prácticamente cualquier tamaño, forma, color y aroma. Este giro sobrevive gracias también a que muchos negocios del tipo han cerrado en la zona del Centro, lo que la ha convertido en un negocio poco común.

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-Artículos ingleses (para el caballero elegante)

Aunque los viejos gentleman han dejado de existir, o en su defecto, han sido reemplazados por versiones más comerciales, homologadas en millares por los moldes de Armani, Ermenegildo Zegna, Perry Ellis y Calvin Klein (ni qué decir de Zara, Pull&Bear o Bershka), aún existen lugares donde se pueden confeccionar, a la vieja usanza de los dandys, trajes que tal vez no se parecen en diseño a los de otros tiempos pero sí en lo que cuesta adquirirlos.

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Uno de esos lugares es la tienda llamada tal cual Artículos Ingleses, localizada en la calle 5 de Mayo No. 19-B. La fachada del local no lo hace destacar mucho. Tiene aparadores de madera viejos, con artículos que pueden parecer anticuados; sin embargo, en ella hay muchas cosas que no imaginas para poder vestirte.

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En el interior puedes encontrar desde pipas, cepillos para limpiar el calzado, bastones, sombreros, zapatos y marcuernillas, hasta telas de vicuña para trajes, que cuestan algo así como $218 mil pesos el metro. Así es, $218 mil pesos el metro. Tomando en cuenta que para confeccionar un traje se necesitan alrededor de tres metros de tela, el costo total de esa prenda ronda los $700 mil pesos. Si quieres algo un poquito más barato puedes comprar lana de Cachemira o tela con hilo de oro. El costo de este último material es de 24 mil 900 pesos el metro.

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En un principio, dicen las personas que atienden el establecimiento comercial, los productos eran 100% importados de Inglaterra, pero ahora ya venden cosas hechas en México.

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-Talabartería (cosas de rancheros)

Aunque a veces cueste trabajo recordarlo, hace tiempo las personas solían recorrer las calles de la Ciudad de México en caballos. En aquellos tiempos que no había automóviles, e incluso un poco después de la llegada de los vehículos motorizados a nuestro país, los charros y todos aquellos que tenían equinos iban a las talabarterías para comprar todo lo necesario montar a sus animales.

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Uno de esos establecimientos que ha sobrevivido al paso del tiempo es La Palestina, ubicada en la esquina de 5 de Mayo y Bolívar. Cada vez son menos los artículos de charrería que venden en este lugar, prueba de ello es el espacio reducido que ocupan en la tienda, comparado con las mochilas, petacas y demás objetos en venta a los que han tenido que recurrir para mantener con vida el negocio que, según se lee en una placa, fue fundado en 1884.

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Afuera del local hay un barandal con figuras de potros que servía para amarrar los caballos cada vez que alguien, montado en estos animales, visitaba la tienda, como alguna vez, se dice, lo hicieron Francisco Villa y Emiliano Zapata. Héctor de Mauleón cuenta que una ocasión el barandal desapareció y años más tarde, el propietario actual, lo encontró como descansapies en una cantina.

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-Puros y más puros (sí, es un verdadero paraíso)

El Paraíso del Fumador abrió sus puertas hace 83 años. Los primeros 80 estuvieron en un local distinto al que ocupan desde hace tres años, dice el encargado de este pequeño establecimiento ubicado en Uruguay 19-C, cuyos productos contrastan con los de tecnología que abundan en esa zona del Centro Histórico.

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Aquí, los clientes pueden encontrar puros nacionales y de importación, encendedores, pipas y hasta ánforas, por aquello de la sed que da después de fumar y viceversa. Es de los pocos establecimientos que hay en la capital dedicados a este giro (sin contar los Liverpool, Palacio de Hierro y otras tiendas departamentales que ofrecen el tabaco como un producto sofisticado).

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Por la experiencia que ha tenido el encargado al frente de este negocio, señala que, en comparación con otros tiempos, la venta ha bajado, debido principalmente a los letreros que advierten de las consecuencias del tabaco para quienes lo consumen.

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-Mazapanes (un dulce típico europeo)

Cada vez que escuchas la palabra mazapán seguro llegan a tu mente los dulces envueltos en celofán que tienen una rosa roja. Los Mazapanes Toledo, sin embargo, no tienen mucho que ver con esos que piensas. Su consistencia no se desmorona tan fácilmente y más bien son como un bizcochito preparado con almendras.

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La tienda donde los puedes conseguir se ubica en la calle 16 de Septiembre, en uno de los locales de la Plaza Savoy, mejor conocida por el cine porno que hay ahí. En fin, si un día vas a ver una película XXX o sólo pasas por ese lugar, acuérdate de estos dulces viejísimos que puedes disfrutar.

Los mazapanes son dulces típicos de Europa, principalmente de países como España, Alemania, Francia e Italia. Hay algunas teorías que apuntan que los árabes fueron quienes llevaron la receta de este alimento al Viejo Continente.

(Fotos: Roberto González)

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Inició su carrera periodística hace cinco años en El Universal. Ha colaborado en los suplementos Domingo y Confabulario. Se considera apasionado de la Ciudad de México, de su pasado y de las historias que la habitan, más aún si son mera fantasía.