Fotografía Sofia Ontiveros. Cortesía Museo Nacional de Arte

Caravaggio high tech

Cultura

Ayer un amigo me decía: “ver a Caravaggio en digital no es ver a Caravaggio”. Es cierto. Es casi como ver una película después de haber disfrutado hoja tras hoja, detalle tras detalle, un libro con la misma historia. Pero así como hay cintas que le hacen justicia a la obra literaria, hay digitalizaciones profesionales cuyo alcance tecnológico puede convertir en toda una experiencia presentar la obra completa de un pintor. Es el caso de Caravaggio Experience, parte de la exhibición “Caravaggio. Una obra, un legado”, en el Museo Nacional de Arte.

Hay que aclarar: en el mundo existen apenas 70 obras del lombardo, la mayoría no salen de Italia, habría que subir a un avión para poder verlas. Es por ello que tener a la Buona Ventura (1595) —aunque sea solo una pieza original— en la sala de un museo chilango es un privilegio.

Conformarse con el resto de las obras más emocionantes del pintor en digital, en Caravaggio Experience, podría sonar desalentador; sin embargo, la videoinstalación multisensorial obedece a una tendencia europea que por fin llega a México, y que genera una experiencia artística, a través de un ágil mapping de obras representativas que se proyectan sobre paredes y suelos, acompañadas de música y hasta olores. Así podemos ver en Caravaggio Experience a la imponente Medusa con sus serpientes reptando por las paredes del museo, o al David sosteniendo teatralmente la cabeza de Goliat.

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No es lo mismo, insisto, pero es una buena opción para disfrutar y conocer piezas que quizás de otra manera la mayoría no tendría oportunidad de ver.

Las obras que acompañan al lienzo tampoco son poca cosa. Está la Magdalena de Zurbarán, el Santo Tomás de López de Arteaga y otros imperdibles del arte novohispano.

Habría que destacar el esfuerzo de gestión, curaduría y museografía por parte del equipo que compone el Munal que, como muchos de los museos de nuestro país, lucha por atraer gente a su recinto, reinventándose ante presupuestos adversos o casi nulos apoyos gubernamentales.

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