La primera en levantar la mano

Especiales

A casi un año de la elección de la jefatura
de gobierno, Claudia Sheinbaum se perfila como candidata para el puesto

FOTO: LULÚ URDAPILLETA

El jueves 24 de agosto, la polémica encuesta para elegir el candidato de Morena para contender a la jefatura de Gobierno de la CDMX dejó como ganadora a Claudia Sheinbaum. Luego de que el anuncio se hizo oficial, la actual delegada de Tlalpan publicó en sus redes sociales este mensaje: “Asumo con orgullo, responsabilidad y agradecimiento. ¡No vamos a defraudar!”.

¿Por qué polémica? Porque el conteo de resultados estuvo envuelto de cierto misterio, pues no se reveló cómo fue el proceso ni el nombre de la encuestadora. Para muchas personas, el resultado no fue una sorpresa ya que, desde tiempo atrás, su nombre era el que sonaba con más fuerza para ser la candidata. Los otros tres contendientes eran Ricardo Monreal, Martí Batres y Mario Delgado.

Pero unos días antes de que se dieran los resultados, platicamos con Claudia Sheinbaum Pardo en su despacho.

Como apasionada de la ciencia (es doctora en Ingeniería Energética) habla de conceptos complejos con una facilidad que envidiaría cualquiera que no entiende sobre física ni química. Que si “el ozono se forma por compuestos que reaccionan fotoquímicamente en la atmósfera con la luz ultravioleta”; que si “publiqué en la Revista Ciencia de la Academia Mexicana de la Ciencia un estudio en el que se midieron las emisiones de los vehículos nuevos y se demostró que un porcentaje muy alto de esos coches no cumplen con las normas ambientales”.

Dicho estudio fue entregado por Claudia a Tanya Müller García, la actual secretaria de Medio Ambiente de la CDMX. ¿Y qué pasó después? “No pasó nada, no me dijo nada. Lo recibió y ya, no pasó nada”, dice Claudia, quien fue secretaria de Medio Ambiente durante las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y de Alejandro Encinas.

UNA CAPITAL GRIS
Sheinbaum conoce a fondo los problemas atmosféricos de la CDMX y piensa que
“es una irresponsabilidad el asunto de la contaminación por lo que implica para la salud de los habitantes de la ciudad”.

Claudia tiene 55 años, fue fundadora del Partido de la Revolución Democrática a finales de los años 80 y ha sido una colaboradora leal de AMLO, el líder de Morena. Ha sido una activista que se ha interesado por los problemas ambientales, un interés que la llevó a ser parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas, donde tuvo la oportunidad de colaborar con Mario Molina, Premio Nobel de Química.

Este compromiso es parte del documento “Innovación y esperanza para la Ciudad de México” que comparte como tuit fijado. En este, vierte sus propuestas sobre seguridad, transporte, equidad e inclusión, entre otros temas. Y un apartado importante es el dedicado al desarrollo económico sustentable, la preservación del ambiente y la disminución de la contaminación.

BAILE, FÍSICA Y PEJEZOMBIS

Pero no todo es ciencia y activismo en la vida de Claudia. Cuenta que no quería ser política; de niña “quería ser bailarina de ballet”, por eso estudió esa disciplina a lo largo de varios años.

Aunque el ballet y la política parezcan ajenos, Claudia considera que “la política necesita creatividad como la danza. En el ballet, una entrega el corazón, y la política no puede hacerse si no entregas el corazón”. Una respuesta que nos hace pensar en un apasionado como AMLO y sus seguidores que han sido llamados “pejezombis” de modo despectivo.

Sobre este término, Claudia dice que “es un nombre que se impuso desde la mafia del poder para denostar a todos aquellos que creemos en Andrés Manuel López Obrador, como si no pensáramos, como si actuáramos automáticamente”.

Aunque ella no se considera como tal. “Pienso por mí misma y actúo por mí misma. Como ellos [los de “la mafia en el poder”] usan tantos bots y crean personajes imaginarios en las redes sociales para apoyar a uno o a otro, creen que nosotros actuamos igual”.

NO TODO ES POLÍTICA
Además de la ciencia que hay detrás de la contaminación en la CDMX, Claudia Sheinbaum disfruta de su delegación y de su tiempo libre. Le gusta ir al centro de Tlalpan para relajarse, aunque prefiere quedarse en su casa a descansar. “Me gusta correr y escuchar música”, dice Claudia en respuesta a aquello que la inspira para su quehacer político.

De vuelta a la política, le preguntamos si es cierto que Morena es en realidad un partido conservador. “No, porque respetamos los derechos de las mujeres. Lo forman muchas y muchos feministas y discutimos la política de drogas, por ejemplo. Habrá quienes militen aquí y piensen que las mujeres merecen estos o aquellos derechos, y habrá quienes piensen que no”.

No obstante, están por verse las consecuencias de la encuesta que designó a Claudia Sheinbaum como candidata de Morena a la jefatura de Gobierno de la CDMX.

Más allá de esta polémica, la posibilidad de que por vez primera una mujer gobierne a la Ciudad de México se vuelve, por qué no, un signo de esperanza.

En cifras: 

  • 1 de julio de 2018 se llevarán a cabo las elecciones para definir al jefe de gobierno de la CDMX.
  • 2015 fue el año en el que Claudia asumió el cargo de jefa delegacional en Tlalpan.
  • 30% se redujo la contaminación atmosférica cuando laboraba en la Secretaría de Medio Ambiente.