La ciudad que nunca duerme

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Entre 20 y 30% de los capitalinos padece insomnio y otros tantos se despiertan en medio de la noche. ¿Por qué no podemos dormir bien?

ARTE: JUAN BILLY

La misma historia de los lunes somnolientos: te desvelaste revisando el feed de tus redes sociales o pensando que te esperan varios pendientes en la oficina. Otros sí se durmieron, pero a mitad de la noche, durante una crisis de ronquidos, se despertaron porque no pudieron respirar. Interrumpieron así su tan anhelado “sueño reparador”.

Una mala alimentación, el estrés laboral y el uso de aparatos electrónicos son detonantes de padecimientos de trastornos del sueño entre la población capitalina. En esto coinciden diversos especialistas, quienes aseguran que los más comunes en la CDMX son dos: el síndrome de apnea obstructiva del sueño (saos), en el cual se interrumpe la respiración, y el insomnio.

Entre 20 y 30% de la población de la capital padece insomnio, de acuerdo con la doctora María Chan, especialista de la Unidad de Trastornos del Movimiento y el Sueño del Hospital Ajusco Medio (UTMS).

Por su parte, José Luis Carrillo, jefe de la Clínica de Trastornos Respiratorios del Dormir del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, advierte que la apnea se presenta en el 2% de las mujeres y el 4% de los hombres mayores de 40 años.

Y Maritza Sandoval, psiquiatra de la UTMS, indica que de cada 10 capitalinos, tres padecen insomnio. Las más afectadas son las mujeres, en una proporción de tres a uno en comparación con los hombres.

Choferes: los malos durmientes

El sedentarismo, una dieta desequilibrada y las jornadas nocturnas de trabajo colocan a los taxistas y conductores de transporte de carga entre los más afectados por la apnea de sueño e insomnio.

“Presentan prevalencia porque suelen estar sentados mucho tiempo. Además, comen lo que está a la mano, lo que puede producirles obesidad; y como sus horarios son cambiantes, se ven afectados en sus ciclos de sueño”, explica la doctora María Chan.

Sin embargo, no son los únicos. En la UTMS también atienden a pacientes de diversas profesiones con privación de sueño: “En general, la gente de la ciudad se ve afectada por sus trabajos, el ritmo para atender todas sus actividades, además, sus tiempos de traslados son prolongados, por lo que deben despertarse más temprano.

Y cuando llegan a casa, siguen realizando labores, por lo que en promedio se acuestan hasta media noche”, dice María Chan. Un círculo vicioso.

Roncar y roncar

De acuerdo con Denisse Rojas, jefa de enfermeras de la UTSM, la roncopatía está vinculada a la apnea. A nivel mundial tres de cada 10 personas ronca.

“En la ciudad existe el mito de que uno ronca porque ha tenido un día pesado y están cansados. En realidad, el ronquido está vinculado a la obstrucción del paso de aire a los pulmones a causa del síndrome de apnea obstructiva del sueño”.

Dicho síndrome y la roncopatía afectan principalmente a la población obesa, la cual es de 75.4% de las mujeres y 69.8% de los hombres, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud de la CDMX.

Sin embargo, hay otros factores que pueden contribuir a que una persona desarrolle esta condición: características físicas como un cuello corto y de amplia circunferencia, una mandíbula pequeña y una lengua gruesa, pueden favorecer la aparición de la apnea del sueño, a pesar de ser delgados.

Adictos a los dispositivos

Por si fuera poco, el uso de aparatos electrónicos también genera alteraciones en los ciclos del sueño. 77% de los mexicanos utilizan teléfonos inteligentes, 69% usan laptops; 50% computadoras y 45% se conectan a internet a través de tablets. En promedio, pasan siete horas al día navegando, según cifras de la Asociación Mexicana de Internet.

La doctora Maritza Sandoval explica que el ciclo circadiano es la disposición natural de los seres vivos para mantenerse despiertos en el día y dormidos durante la noche. Sin embargo, la luz blanca que emiten las pantallas afecta al cerebro, de tal manera que, en vez de producir hormonas del sueño, se mantiene activo, como si aún fuera de día.

“El uso de estos dispositivos genera insomnio y trastornos del ritmo circadiano con una fase retrasada del sueño, que puede durar hasta que amanece”.

Otras pesadillas
Padecer un trastorno puede generar consecuencias mayores. El doctor Gabriel Neri, jefe de servicio de la UTMS destaca la importancia de que los capitalinos acudan a un especialista en caso de padecer insomnio, pues podría ser un síntoma temprano de una enfermedad neurodegenerativa.

“Algunas de estas están relacionadas con el insomnio: el mal de Parkinson o la enfermedad de Pick (que es un tipo de demencia similar al Parkinson)”.

Neri explica que 40% de los pacientes con Parkinson presentan algún trastorno del sueño, por lo que es recomendable acudir a un especialista, para descartar que la causa sea de tipo neuronal.

Todo apunta a que para lograr un sueño reparador en la ciudad es necesario pagar un alto costo en las costumbres capitalinas: apagar el celular temprano, comer bien y, sobre todo, bajarle al estrés.

En cifras:

  • 3 de cada 10 capitalinos padecen insomnio. Las mujeres son las más afectadas.
  • 2% de las mujeres y 4% de los hombres presentan apnea obstructiva del sueño.
  • 40% de los enfermos de Parkinson tienen como síntoma algún trastorno en el ciclo circadiano.