Sentirnos más seguros

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Avanzar en sentido contrario a la circulación de los autos, caminar sin usar el celular y no quedarse dormido en el transporte son alternativas para disminuir el riesgo de convertirnos en víctimas

El 85% de los robos y asaltos pueden ser prevenibles, de acuerdo con Salvador Guerrero, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México y las personas podemos disminuir nuestro nivel de vulnerabilidad con algunos cambios conductuales.

El objeto más robado son los teléfonos celulares y las alcaldías con mayor incidencia según la tasa por cada cien mil habitantes son Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Iztacalco, Benito Juárez y Azcapotzalco. Mientras que por volumen de hechos están Iztapalapa y Gustavo A Madero.

Ser menos vulnerables

En el robo a transeúnte se ha documentado que dos tercios de los casos se desarrollan cuando las personas están distraídas, de ahí que una primera sugerencia de especialistas es que, si te estás trasladando, no uses el celular pues no es solo que te asalten, sino que puedes sufrir incidentes viales o caídas.

“Los organismos delictivos son depredadores. Están buscando personas en vulnerabilidad y tienden a atacar mujeres, adultos mayores y a los jóvenes, quienes principalmente utilizan sus equipos móviles al circular por la calle y desatienden lo que ocurre alrededor”, dice el presidente del Consejo Ciudadano.

En el caso de los robos en transporte público, no es distinto. Las principales víctimas son quienes mensajean o juegan con su teléfono o tablet, los que viajan escuchando música y quienes atienden llamadas. Y las personas más vulnerables a los robos son quienes se colocan en las entradas y salidas de los autobuses, Metro o Metrobús.

El objeto más robado en la Ciudad de México es el celular

Se estima que cada día se hurtan hasta 1,700 equipos, aunque solo se reportan alrededor de 80. Por eso, recientemente, el gobierno de la ciudad, Locatel y las empresas de telefonía firmaron un acuerdo para agilizar los reportes y bloquear los equipos vía remota. Lo segundo más hurtado son las carteras y ahí no se están robando los $200 o $500 que traemos sino información sensible de las tarjetas de crédito o las identificaciones.

Recientemente, los transportes individuales de pasajeros se han vuelto foco de atención por los intentos de secuestro y abusos sexuales que se han hecho públicos. Ante eso, previo a abordar un vehículo es necesario tomar previsiones. Si se trata de un servicio por aplicación, confirma que la placa del auto coincida con la que se indica en la app, lo mismo con el nombre y la apariencia del conductor.

En el caso de los taxis, las placas que cumplen con las reglas de servicio siempre deben comenzar con las letras “A” o “B”, seguidas de cinco dígitos y el número debe aparecer en las puertas y al interior del vehículo, además de que deben tener pegado su permiso.

La mayoría de los asaltos en los servicios de transporte individual ocurren en las noches, principalmente entre los miércoles por la tarde y la madrugada de los domingos. A diferencia del transporte público y los robos a transeúnte que ocurren todos los días sin un patrón bien delimitado, salvo los días de quincena.

¿Y cómo debemos actuar?

Caminar en contra de la dirección donde vienen los vehículos y avanzar pegado a la pared al andar en la calle son algunos consejos de Raúl González, especialista en seguridad personal, quien asegura que una vez que nos dimos cuenta de que el asalto o robo es inevitable, hay que tratar de mantener la calma.

“En un robo, el asaltante siente que tiene el poder y hay que dejar que lo crea. Va a utilizar violencia verbal e incluso física, y lo mejor es estar tranquilos. Nos vamos a asustar porque es una reacción natural, pero no hay que acelerarnos, porque quienes comenten el robo tienen niveles altos de adrenalina que en ese instante no controlan. Incluso, algunos consumen sustancias que los ponen en un nivel de alerta y descontrol más alto y al resistirnos nos ponemos en una vulnerabilidad mucho mayor, especialmente si portan alguna arma de fuego o punzocortante”, dice.

Por su parte, el presidente del Consejo Ciudadano, Salvador Guerrero, detalló que en el caso del robo a transeúnte, normalmente los asaltos ocurren de tres maneras: por detrás de las víctimas, cuando hay un proceso de vigilancia y el asaltante cruza la calle para sorprender o con una operación combinada en la que participan dos o más personas. Y las esquinas de las calles son donde más robos ocurren.

Si el incidente ocurre en un vehículo, el pasajero debe compartir su ubicación en tiempo real con alguna persona de su confianza para que haya un seguimiento. A continuación, se debe hacer una llamada con quien se tenga una relación sentimental, consanguínea, de amistad o laboral que sabemos que nos va a contestar.

“No dudemos en usar comandos verbales, ser firmes y pedirle al chofer que nos baje y, si es posible, hay que abrir la puerta para obligarlo a desacelerar. También podemos usar los botones de pánico que ya tienen algunas aplicaciones. Si estamos del otro lado hay que ser solidarios y prestar ayuda, hay que hacer una llamada al 911 para notificar lo ocurrido sin perder comunicación con la otra persona”, explica Guerrero.

Además de la llamada, hay tres alternativas para solicitar auxilio. Una de ellas es la aplicación Mi Policía, cuyo tiempo de actuación va de los 30 segundos a los 3:30 minutos y geolocaliza a quien pide el apoyo; la app del 911, que cuenta con una alarma silenciosa y el WhatsApp del Consejo Ciudadano (55 5533 5533) en donde se puede solicitar un proceso de auxilio jurídico o psicológico, denunciar o dar seguimiento en tiempo real.

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