Contracultura pop | 2017 en cachitos (II)

Opinión

La semana pasada arrancó este breve repaso por los fenómenos musicales que le dieron identidad al año que está a punto de acabar. Esta es la segunda de tres entregas dedicadas al tema.

El sonido del año

No hay más. El sonido del año es el pop latino compuesto por reguetón, trap en tu idioma y ritmos tropicales, que no solo se ha vuelto omnipresente en la frecuencia modulada y en cualquier fiesta que se celebre en nuestro país, sino en otras latitudes donde nuestra lengua es forastera. Todos los récords de reproducciones de YouTube fueron batidos por canciones como “Despacito” y “Mi gente”. Del mismo modo, artistas como Maluma, Luis Fonsi, Bad Bunny y J Balvin dominaron todos los servicios musicales de suscripción. Las grandes superestrellas —Beyoncé y Justin Bieber los más notables— no quisieron quedarse al margen de la tendencia, y con un oportunismo matemático se sumaron a cuanto remix pudieron. Además, habría que sumar a artistas anglosajones que, siguiendo una receta, intentaron hacer sus canciones con sabor latino. Alexis Petridis, editor de música en The Guardian, el influyente medio inglés, se lo atribuye a la ampliación del ancho de banda en América Latina y a la influencia de Spotify, que suele poner muchos playlists con este tipo de música en su primera plana, en todas sus regiones. Lo curioso será ver qué pasa: si se desinfla o si su influencia sigue en expansión. Se aceptan apuestas.

 

El más ambicioso

Residente – Residente

Tenemos que hablar de Residente. Separó a Calle 13 en la cúspide de su carrera para realizar un proyecto intrigante tras haber hecho un análisis químico de su ADN que le permitió conocer los orígenes geográficos de sus antepasados. Con esa información se embarcó en un viaje por el mundo, sumando músicos locales, su virtuosismo lírico y su capacidad para sintetizar influencias, dejando a un lado los hits fáciles. El resultado es un álbum que si bien no siempre brilla, jamás deja de sorprender.

 

El gran disco de rap

DAMN. – Kendrick Lamar

La gran estrella del hip hop de nuestros tiempos sigue sin decepcionar. Publicó un disco en el que sigue exhibiendo la profundidad de sus versos y su virtuosismo con la palabra, pero ahora cimentado en pistas musicales que, sin mayor esfuerzo, pudieron conquistar la FM. Es decir, a pesar de que sus rimas van a bordo de misiles pop, no ha comprometido su claridad para hablar del mundo —y en particular de su país—, de su problemática, sus contradicciones y sus injusticias.

 

El futuro del rock

¿______?

El estado del rock rumbo al 2018 es preocupante. Bueno, al menos para los que necesitamos escuchar de vez en cuando el sonido de una guitarra eléctrica rebanando la densidad del aire. Hace mucho no salen grupos de calidad que al mismo tiempo puedan ganar seguidores en cantidades importantes. No se ve por ningún lado al nuevo Radiohead. Ni a los nuevos The Strokes. Los festivales son encabezados por bandas que tuvieron sus mejores obras hace tres lustros, que solo nos sirven un recalentado de su pasado glorioso. Y no estoy diciendo que no haya grupos de rock haciendo cosas nuevas, ni que falten novatos de calidad. No, simplemente lo que apunto es que no están conectando con las grandes audiencias. Y es entonces cuando la pregunta se vuelve inevitable: ¿ya murió el rock?

 

(Continuará)