Adiós al 15

Se va el 2015 y vale la pena un corte de caja para revisar qué saldos entrega. En lo personal -espero que así haya sido- pudo ser muy bueno, tristemente como país no hay mucho que celebrar.

En mi memoria quedará registrado, por ejemplo, como el año en que se fugó (otra vez) el Chapo, y nada grave pasó a pesar del video del Presidente diciendo que un nuevo escape habría sido im-per-do-na-ble.
Ya vimos que no fue así y que en general se confirmó que el sello de la casa (presidencial) es que sólo los enemigos pueden caer en desgracia, los amigos nunca.

Fue el año también del numerito de Virgilio Andrade, ¿se acuerdan? Y de la exoneración de todos los acusados por conflicto de interés. Recuerdo el momento de la conferencia en la que se dio a conocer que todos eran más inocentes que un niño en su primera comunión, y que luego se anunciaron medidas que nadie creyó que fueran a cambiar las cosas.

2015 deja huella también como el inicio de la lucha por el 2018. López Obrador hizo campaña en miles de spots, asumió como presidente de Morena, y en el gobierno federal encumbraron a Aurelio Nuño como el secretario estrella, protagonista de la lucha contra los maestros de la CNTE, en esa historia y precampaña llamada Reforma educativa.

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Pero no todo fue malo. Vale la pena recordar que este año debutaron los candidatos independientes. Y con ello nacieron personajes como Pedro Kumamoto o Manuel Clouthier que seguro darán de qué hablar en los próximos años, junto con el Bronco, sin duda otro de los personajes del año.

2015 termina como el ciclo en que los ojos del mundo estuvieron sobre México, cuando llegaron los investigadores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y tumbaron la “verdad histórica” de Ayotzinapa. En estos meses estuvieron en nuestro país observadores de Naciones Unidas, relatores sobre tortura y derechos humanos, y en general se puso al Estado mexicano bajo la lupa internacional y esa es una buena noticia cuando parece que desde adentro no hay la suficiente fuerza para lograr muchos cambios.

A la distancia, y con tantas noticias encimándose unas a otras, resulta difícil valorar cuáles hechos trascenderán y cuales merecen ir al cajón del olvido. Pero al menos estos hechos, con la subjetividad que reconozco pueden tener, serán semillas que marquen parte de la vida pública de este país. Y si no me creen, en unos años
desempolvemos este apretado resumen, y hagamos cuentas.