CUANDO LA CORRUPCIÓN SE FRIVOLIZA

Espinoza Paz y el Chapo usan las mismas camisas. Las frases ligadoras del Chapo. ¿Por qué el Chapo le regaló una Blackberry a Kate? El Chapo pidió a un reportero de The New Yorker que escribiera sus memorias. El Komander lanza corrido sobre la recaptura. Venden en Facebook piñatas de Kate. Cisne negro, uno de los animales preferidos del Chapo. Análisis de los gestos y expresiones del Chapo. Kate festejó la fuga. Quedó en guarida un tinte Just for Men, aún sin abrir. El Chapo habría querido comprar al Chelsea. El Chapo festejó Año Nuevo con diputada. El Chapo quiso registrar su nombre como marca. El último auto que usó el Chapo. Me gustaría interpretar a la madre del Chapo, asegura Carmelita Salinas. Gloria Trevi apoya a Kate. Indagan a Andrade por ligas Kate-Chapo. Kate bromea sobre sus niveles de estrés. Hermana de Kate la envidia. Sean Penn está arrepentido. Kate quería hacer negocios tequileros con el Chapo. Una orden de tacos, última pista para capturarlo. Quería Chapo potencia… sexual.

Lo que usted acaba de leer son las historias que los medios nacionales e internacionales nos han estado contando últimamente. Algunas son filtraciones (Milenio, Reforma y El Universal parecen estar obstinados en publicar la nota más grosera e intrascendente). Medios serios, desafortunadamente, han sido arrastrados por la irresistible trama: la Bestia enamorándose de la Bella. Peña y sus secuaces apuntalan esta idea porque prefieren que creamos que el Chapo perdió la cabeza por una mujer en lugar de que discutamos la vergüenza y la corrupción que al Estado mexicano le representa la segunda fuga del capo. Desde que nos dijeron que se escapó por un túnel, Peña y su gabinete de Seguridad han insistido en interpretar el cómodo e impune papel del “Yo no sabía”, del “Se nos fue por culpa de otros”, en vez del “Fuimos nosotros”. Al gobierno le conviene esta narrativa trivial en la prensa porque agiganta el mito del capo, porque nos dice que tiene su corazoncito y porque, a la vez, lo degrada. La PGR y Gobernación seguirán aventándole croquetas al periodismo que esté dispuesto a vender a su madre con tal de publicar una exclusiva. Ese periodismo que le ayuda a Peña a frivolizar la corrupción.

LEE LA COLUMNA ANTERIOR DE ALEJANDRO ALMAZÁN: APUNTES SOBRE LA SEGUNDA RECAPTURA          

Preguntas como lector:

¿El cártel de Sinaloa será desmantelado después de que leamos que el Chapo vestía camisas de 100 dólares? ¿Que nos digan que es brasileña y que se llama Ambrosio la modelo del calendario que se coló en la famosa fotografía que los policías le tomaron al Chapo en el motel Duox ayuda a que entendamos las complicidades que el capo tiene con generales, jefes de la policía, empresarios, políticos y con funcionarios? ¿Leer que el Chapo suele escribirle a sus mujeres por celular arruina las operaciones del cártel de Sinaloa en los 59 países donde tiene negocios? ¿Que publiquen que al Cholo le compusieron su propio corrido nos ofrece elementos para discutir sobre la hipócrita ley prohibicionista gringa que en México nos tiene cuente y cuente muertos y desaparecidos? ¿Que vengan a contarnos que la hermana de Kate le tiene envidia o que Coppola hubiera dirigido la película del Chapo nos hace razonar que la DEA es el mayor cártel y que nadie en el mundo se escandaliza?

Mientras exista esta prensa ávida por hablar del pene del Chapo, el gobierno mexicano puede seguir el perverso espectáculo en donde Kate es un chivo expiatorio sólo por haberse creído Teresa Mendoza. No dudo que la prensa nos cuente en los próximos días que el Chapo está tomando antidepresivos.