La conexión del mango

Río Grande es un pueblo de la costa de Oaxaca que pertenece al municipio de San Pedro Tututepec. Joaquín Fernández Grajales llegó desde Veracruz hasta ahí hace más de una veintena de años para trabajar en la producción de cítricos y mango, la cual encabeza hoy en día en la región. El pasado viernes 8 de abril, Río Grande y Fernández Grajales celebraron la inauguración formal de una empacadora que exportará a Estados Unidos y a China, tanto el típico mango Ataulfo que se produce en México, como el Heidi, una variedad de Sudáfrica que también se trabaja en la zona.

Más allá de la calidad del mango, este evento trascendió a nivel nacional luego de que circularan fotografías del Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, primero junto al candidato del PRI a la gubernatura de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, y luego al lado del también empresario del mango y cuestionado alcalde de San Blas, Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva, alias “Layín”, quien llegó al cargo por la vía independiente, igual que el mandatario nuevoleonés. Ante la divulgación de las imágenes, El Bronco minimizó públicamente su relación con Murat Hinojosa y Ramírez Villanueva.

¿Por qué un gobernador de Nuevo León se convirtió en la principal figura de un acto empresarial y político de Oaxaca al que asistieron también otros funcionarios como Julio César Rodríguez Albarrán, director de Alimentación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca (SAGARPA) y Jorge Carrasco Altamirano, secretario de Desarrollo Agropecuario en el estado de Oaxaca?

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Como muchas preguntas, ésta tiene varias respuestas. Una de ellas tiene que ver con la plataforma nacional que ha buscado crear Rodríguez Calderón de cara a una candidatura presidencial independiente en las elecciones de 2018. La otra también está ligada a éste escenario futuro y tiene que ver además con las alianzas económicas del pasado que permitieron a El Bronco realizar la proeza de ganar la gubernatura de Nuevo León sin tener la estructura de un partido político.

Aunque la empacadora de la empresa Cafer Frutas inaugurada por El Bronco en Oaxaca, tiene como directivo más visible a Fernández Grajales, éste sólo posee el 34% de la empresa, ya que el 66% restante se lo dividen tres socios y hermanos llamados Luis Carlos Cabello Marroquín, Jesús Héctor Cabello Marroquín y César Alejandro Cabello Marroquín, quienes apoyaron económicamente a Rodríguez Calderón en las elecciones de 2015.

Los hermanos Cabello Marroquín son comerciantes exitosos de la Central de Abastos de San Nicolás de los Garza, la más grande de Nuevo León, y sus inversiones han llegado hasta Estados Unidos, donde ya registraron una marca de frutas propia de nombre Brothers Marvelous. Su involucramiento en la política no es reciente. En 2012, apoyaron la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto e incluso uno de ellos, Luis Carlos, se atrevió a ser el candidato del PRI a la alcaldía de San Nicolás de los Garza, un bastión del área metropolitana de Monterrey que el PAN ha mantenido en su poder durante 25 años.

Justo en ese periodo, un primo de los Cabello Marroquín era quien dirigía al PRI de Nuevo León: Sergio Alanís Marroquín, quien durante el gobierno de Rodrigo Medina ocupó diversos cargos clave y era miembro del llamado Grupo Allende, un poder fáctico conformado por empresarios y políticos señalados por hacer negocios ilegales con el padre del ex Gobernador, actualmente bajo investigación tanto en México como en Estados Unidos.

Resulta importante registrar cómo diversos grupos políticos y económicos ligados al PRI se mueven hacia los proyectos independientes, de cara al 2018. Como se mencionó, en la inauguración de la empacadora de mango también estuvo Alejandro Murat Hinojosa -hijo del viejo operador del PRI, José Murat Casab- y Jorge Carrasco Altamirano –hermano de Diódoro Carrasco Altamirano, operador de la precandidatura presidencial del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle-.

Nadie debería asombrarse de que ocurran estos movimientos de grupos poco independientes y muy partidistas alrededor de Rodríguez Calderón, quien es un político habilidoso que aprovechó las circunstancias y, pese a ser priista de pies a cabeza, pudo construir en Nuevo León el espejismo de ser independiente, algo que ahora busca hacer en el resto de México.