“Eso les pasa por ser ‘progres’”, por @Warkentin

La Ciudad de México nos pone a prueba. Manifestaciones, calles cerradas, tránsito infernal, calores que se vuelven lluvias que encharcan nunca inundan que se hacen polvo que se reensamblan en nubes que calientan, mentadas diluidas en pitidos resignados, carros, motos, maniobras en sentido contrario se sube al camellón se mete como puede regresa sobre la ruta de ida escapa del infierno por la entrada que hace de salida y ya ni quien se fija, manifestantes que caminan sombrilla en mano y arropados por su propia burbuja sonora, automovilistas desquiciados, en qué pinche momento me metí por acá el gobierno no hace nada son unos malnacidos si esto no camina pronto me hago del baño aquí en el coche ya perdí una cita ya no llegué al trabajo ya no recogí a mis hijos me urge ir al baño échenle montón a esos hijos de su fregada ¡carajo, quiero salir de aquí! Los maestros de la CNTE avanzan sobre la Ciudad de México. Y lo hacen bien, hay que reconocérselos. Son organizados y se saben mover. Toman por sorpresa a las autoridades, o las exhiben en un descuido manifiesto. Y quienes vivimos en esta chilanga capital nos la terminamos ingeniando: cancela las citas del día, sal tres horas antes, vete a Querétaro y entra por el libramiento trasero, implementa una oficina móvil desde algún Starbucks o tortería con guaifai, trépate a la moto del repartidor, vete al cine. Y ya. No faltará el odioso hipster condechi que con autosuficiencia tuitee un #MejorEnBici o te reclame porque la culpa la tienes tú por usar coche y contribuir a la contaminación y al desmadre porque si los maestros cierran las calles pero nadie usa sus coches entonces no habría tránsito colapsado #yasí. Que no quede duda que no que no (porque la huella ya se hundió): siempre podremos culpar a la víctima. #MejorEnBici… ay sí, ajá. En lo que las autoridades deciden cómo mover sus fichas; en lo que los profes y los legisladores conversan; en lo que continúa el estira y afloje de fuercitas para ver quién sienta a quién y hasta cuándo; en lo que las estridencias se acentúan para seguir poblando alguna de las trincheras en que se ha atomizado nuestro “debate” nacional; en lo que el ajedrez del poder acomoda sus horizontes; en lo que arrecian las diatribas mediáticas; en lo que todo eso pasa… los chilangos habitantes de esta capirucha tendremos que seguir inventando escapatorias para vivir en una ciudad tomada. Eso les pasa por querer ser progres, espeta con sorna un mexicano que vive lejos de este santuario de las manifestaciones. No entendí. No importa. Así es esto.

(GABRIELA WARKENTIN)