Hasta los huesos

Escribo estas líneas desde el Teatro Metropólitan, donde esta tarde –es decir anoche– celebramos la primera década de El Weso, programa de radio que se transmite por W Radio.

Nunca pensé que lograríamos sobrevivir a tres sexenios con un programa así. Supongo que el humor nos ha salvado y sé también que las diferentes directivas de W se la han jugado cuando las presiones de “arriba” suben de volumen.

Siendo testigo de cómo se han perdido tantos espacios inteligentes y críticos desde que el PRI regresó al poder (y ya desde antes) no puedo más que sentirme afortunado de seguir en este espacio. De pronto uno olvida lo difícil que es tener acceso a un micrófono en estos días de “libertad de expresión” en los que la mayoría de quienes están en los medios opina exactamente igual.

Lo pienso, sobre todo, esos días difíciles en que las cosas no van bien, esas tardes en que las noticias no dan para hacer un chiste y uno ve a sus compañeros de trabajo no como compañeros de trabajo sino como a cinco viejas esposas, quienes ya saben lo que uno va a decir y nada les hace gracia.

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Ese es para mí el mérito mayor de estos 10 años. Habernos sobrevivido a nosotros mismos. Ahí está la enseñanza. Si alguna autoridad convence a alguien de que el Weso no debe seguir al aire, pues eso podría suceder, pero ya no será nuestra culpa. Nuestro mérito es querernos y escucharnos a pesar de las diferencias que se nos aparecen a cada instante. El Weso se ha vuelto un laboratorio de desacuerdos, pero un laboratorio feliz. Comenzamos siendo unos y hoy somos otras personas, pero seguimos compartiendo ese maravilloso espacio. 

Nuestra recompensa no es el rating ni esos numeritos que excitan a los vendedores y mercadólogos. Por lo menos para mí, la recompensa es hacer encabronar a esos políticos y gandallas que nos joden a todos desde sus escritorios y curules. Sucede frecuentemente. La justicia que hacemos en la radio es meramente poética, pero se siente bien por lo menos decir algunas cosas en estos días oscuros para el país. Por eso me gusta El Weso.

Supongo que por eso ha llegado a sus primeros 10 años.