La controversia sobre el Hay Festival, por @guillermosorno

Director de Horizontal.mx, autor del libro Tengo que morir todas las noches (Debate).

Ha comenzado a circular una carta firmada por un nutrido grupo de periodistas y escritores nacionales e internacionales que piden a los organizadores del Hay, un festival literario que se celebra en distintas partes del mundo, retire de su sede de Veracruz porque en ese estado han muerto 15 periodistas y se intimida a los que ejercen esa profesión. Yo he firmado esa carta. Nos parece que hay una contradicción flagrante entre los objetivos del festival y la realidad local.

 Los promotores de este repliegue han colgado en las redes una foto que es emblemática. Aparece el gobernador Duarte, a quien se le imputa el pésimo estado de la libertad de expresión en Veracruz, junto con el escritor Salman Rushdie, amenazado de muerte por la expresión de sus ideas. Ambos están rodeados por funcionarios y la organizadora del festival, entre otros. A los que firmamos la carta nos parece que Duarte lucra políticamente con el festival –que no sería raro, pues para eso es político, pero en su caso ese lucro se convierte en algo irremediablemente cínico y, yo añadiría, macabro. Me pregunto qué opinó Rushdie de esa foto. (LEE LA COLUMNA DE WILBERT TORRE: DUARTE, EL REY DEL CARNAVAL)

Es cierto que varios escritores y periodistas han hecho públicas sus críticas a Duarte en los eventos del Hay, pero lo es también que la comunicación social del festival la hace el propio gobierno y que las críticas desaparecen de los boletines.

En el poco tiempo que ha circulado la carta, ha aparecido algunos cuestionamientos que vale la pena atender. El primero: que los firmantes somos un grupo de chilangos engreídos que buscamos cinco minutos de fama atacando un evento cultural que, de retirarse de Veracruz (o del país), dejaría un hueco insalvable. Yo, al contrario, pienso que el grupo promotor de la carta en realidad está tomando ese papel porque los periodistas y escritores de Veracruz no pueden asumirlo, entre otras cosas, porque precisamente los matan y los intimidan. Los actos del gobernador deben tener consecuencias públicas. No protestar es acomodarse con el status quo. Pero tampoco queremos que se vaya el festival de México. (JAVIERCITO NO PUEDE SALIRSE CON LA SUYA)

La segunda cuestión que ha levantado la carta es esta: ¿si no es en Veracruz, dónde? ¿hay algún otro estado o gobernador que se salve? ¿hay que cuestionar todos los festivales culturales pagados por el gobierno? Yo creo que sí hay estados donde la contradicción entre el propósito del festival y la situación interna no sería tan aberrante: Yucatán, Zacatecas, por ejemplo, aunque sus gobernadores no sean unos santos; y yo creo que sí está bien hacerse preguntas sobre quién y cómo se ejerce el gasto público. Hacer un libro con el Fondo de Cultura Económica (cuyo director aparece en esa foto con Duarte y Rushdie) o una coedición con la dirección de Publicaciones de Conaculta (en la misma foto) es completamente distinto a solapar al gobierno local donde más se asesina a periodistas.

(GUILLERMO OSORNO)