‘La mayoría desaprueba a Mancera’, por @guillermosorno

Hace unos días estaba viendo que el gobierno de la Ciudad de México iba a instalar 30 máquinas para hacer sentadillas en estaciones del metro y metrobús, con pantallas que detectan el movimiento y contabilizan el número de repeticiones del ejercicio. En la foto de prensa aparecía el secretario de salud Armando Ahued haciendo ejercicio, vestido de traje, frente a una de tales máquinas. Se veía raro, como nos veríamos tú, yo, o cualquiera que se parara en frente de una máquina a mitad de un paradero a hacer tales ejercicios. Me preguntaba ¿cuántos van a usar el artefacto? No es que la medida estuviera mal, en principio, sólo que me pareció la típica iniciativa de mucho ruido y pocas nueces, mal concebida y mal ejecutada.

Pensé, además, lo siguiente: ¿es en serio?, es decir ¿de esto es lo que quiere que hablemos un gobierno que se está hundiendo paulatinamente?, ¿este es el siguiente gran anuncio luego de la crisis desatada por la extensión del Hoy No Circula a los sábados?

Luego apareció el anuncio de la construcción de un viaducto Santa Fe, una vía de varios pisos. Pero, ¿qué no se trataba de desincentivar el uso del automóvil? Los expertos pusieron el grito en el cielo: criticaron el gobierno por no impulsar el transporte público y la interconexión de sus distintas redes.

Y ayer apareció una encuesta en el periódico Reforma. Dice la portada: “Desaprueba la mayoría a Miguel Mancera. Ciudadanos y líderes coinciden en calificar de manera negativa la labor del Jefe de Gobierno”. No me extraña. Era ya una tendencia, pero, según la encuesta, gran parte del descenso reciente se debe precisamente a las disposiciones sobre el Hoy No Circula.

Ha corrido mucha tinta sobre esto, sólo quiero decir que esta medida es como la del gimnasio en el metrobús y el metro, una buena intención mal ejecutada y, aquí añadiría, mal comunicada. En principio, no veo mal retirar una parte de los autos de la circulación, siempre y cuando, por ejemplo, otros sectores también contribuyan en la reducción de contaminantes y el gobierno ofrezca soluciones de transporte público a los que deja sin coche.

Ayer hablaba con Xavier Treviño, del Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo, me decía que ésta sensación de un gobierno descoyuntado se debe a una lógica institucional: medio ambiente tiene una solución (Hoy No Circula); obras, (el viaducto Santa Fe), y así. Me dijo que eso también pasa en otras partes del país y que le sucedía al propio Marcelo Ebrard. Si. Pero lo que ocurre con Mancera, y esto lo he dicho otras veces, es que no logra construir un cuento de lo que quiere del DF.

Recuerdo la única vez que interactué con el actual Jefe de Gobierno. Estaba en campaña. Unas amigas hicieron una cena para conocer al carismático candidato. Como cualquier reunión social, la velada tuvo su parte frívola y divertida, pero también hubo una ronda de comentarios más serios (casi todos los asistentes éramos periodistas). Se hicieron preguntas grandes, generales, y obtuvimos respuestas pequeñas y particulares. Ha de estar cansado, pensé. Después de todo, era la una de la mañana, el final de una jornada larga.

Pero Mancera no cambió: seguimos sin una visión de conjunto. Para alguien tan preocupado por su imagen y capital político, este descenso de popularidad debe ser leído con muchísimo cuidado.

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(GUILLERMO OSORNO / @guillermosorno)