La vocación del fracaso, por Guadalupe Nettel

 

Por bien que nos vaya en uno o varios aspectos de nuestra vida, hay siempre un asunto en el que estamos crónicamente atascados. Para algunos será el trabajo: insistes en capacitarte, en ganar la estima de tu jefe, en hacer relaciones públicas dentro de la empresa, pero el puesto codiciado nunca llega. Para otros, la vida amorosa, el carácter, la dieta, las drogas, el juego o las deudas con la tarjeta de crédito… En realidad no hay tantas opciones: podemos pasar años en terapia. Podemos leer manuales y tomar cursos de superación personal. Podemos agobiarnos en silencio o, por el contrario, romper todas las puertas del departamento. Pero ¿qué pasaría si en vez de seguir luchando a contracorriente con nuestras taras, diéramos un giro de 180 grados y cambiáramos nuestra perspectiva del fracaso? Ya lo dijo Beckett: “intenta, fracasa, intenta otra vez, fracasa otra vez, intenta de nuevo, fracasa mejor.” Y, puesto que se nos da tan naturalmente, ¿por qué no buscar un nivel de excelencia en la derrota? ¿Por qué contentarnos con fracasos mediocres cuando podemos alcanzar el virtuosismo? Quizás tengas un talento nato que ha pasado inadvertido a lo largo de tu vida. Piénsalo bien y verás que es tan descabellado.

Para quienes están dispuestos a asumir el reto, recomiendo un libro de Dominique Noguez, titulado Cómo fracasar completamente en la vida en 11 lecciones.  Militante empedernido, Noguez nos propone superar el conformismo y aceptar un desafío realmente ambicioso: ¿por qué conformarse con fracasos intrascendentes cuando podemos arruinar nuestra vida de una forma incontestable y absoluta? En el prólogo de su libro advierte: fracasar un poco es fácil, pero fracasar completamente en la vida, implica una inversión considerable, un esfuerzo radical. Las once lecciones de Noguez abarcan todos los aspectos: sentimentales, profesionales, higiénicos, educativos con un enfoque muy práctico que el lector no dejará de agradecer. Poco importa el terreno. Es posible fracasar siendo un hombre de negocios, un barrendero, un militar, un maleante. Lo único que necesitas es un poco de entrenamiento. Así, en el índice de este manual invaluable encontrarás diversos apartados para empezar a ejercitarte: “cómo fracasar organizando una fiesta”, “como fracasar en un psicoanálisis”, “cómo fracasar durante una cita amorosa”. Citemos al maestro: “antes de fracasar un cunnilingus, asegúrate de tomar algo hirviendo. De esta forma, la lengua quedará rasposa, seca y desagradable, los labios deshidratados. Invierte varios minutos explorando la zona y sus alrededores…”. Cada capítulo del libro constituye un gran apoyo, de modo que te recomendamos no saltarte ninguno. La tarea es ardua, nadie lo duda, sobre todo al principio, pero nunca pierdas de vista que desde tu nacimiento cuentas con una predisposición pronunciada. Y, por muchas dudas que tengas en este momento, irás adquiriendo una paulatina seguridad en ti mismo, esa que desde hace tantos años estás necesitando.

(GUADALUPE NETTEL)