Los ganones del sexenio, por @Mariocampos

Si el gobierno del Presidente Peña Nieto prometió prosperidad para sus votantes, hay que decir que al menos a un puñado se lo ha cumplido… y con creces.

 La evidencia brota de forma constante. Apenas ayer, por ejemplo, el diario Reforma publicó la historia de Mantenimiento Express Marítimo (Mexmar), empresa encabezada por Alejandro García Bejos que habría obtenido “10 contratos con Pemex Exploración y Producción y la recién creada Dirección Corporativa de Procura y Abastecimiento, por un monto de 113 millones 545 mil dólares”. El director de esa empresa es hermano de Javier García Bejos, Secretario del Trabajo del Estado de México y exdirector del Aeropuerto Internacional de Toluca.

 

Importante destacar que antes de la llegada de EPN a Los Pinos, esa empresa no había ganado contratos con el Gobierno Federal.

Misma historia del grupo empresarial de la familia San Román Widerkehr, aquel que le vendió al entonces gobernador Peña Nieto la casa que tiene en Ixtapan de la Sal y que según el Wall Street Journal, recibió en su sexenio contratos por más de 100 millones de dólares y que hasta hace unos meses tenía obras por más de 40 millones de dólares con el actual gobierno federal, nada mal para ser solo los primeros dos años de la administración.

Y por supuesto está el caso de las empresas de Grupo Higa, el mismo que construyó la famosa Casa Blanca y que financió la casa de Luis Videgaray. Se trata de un consorcio que en el sexenio de Peña como gobernador tuvo contratos por 35 mil millones de pesos y que ahora tendría, según la revista Proceso, proyectos por más de 54 mil millones de pesos.

Cifra a la que habría que agregar el proyecto revelado ayer por Reforma que señaló que a través de un fideicomiso que – que en teoría mantendría la información reservada hasta el 2025- , se le otorgó la ampliación de una autopista en Guadalajara. La obra es por mil 332 millones de pesos.

Si bien es cierto que en ninguno de los casos se ha acreditado alguna ilegalidad, es notable que estamos ante empresas que eran ya cercanas -profesional y personalmente- al equipo en el poder desde que gobernó el Estado de México, que no habían tenido este nivel de proyectos, y que incluso algunas de ellas ahora están incursionando en campos que nunca lo habían hecho, lo que constituiría la envidia de cualquier otra organización.

Por eso resulta evidente que pese a las encuestas, las críticas, las cifras económicas, las redes sociales y las protestas, hay un grupo de personas que deben estar muy satisfechas con lo que ha transcurrido hasta ahora en el gobierno federal y que deben estar particularmente optimistas con los años por venir.

Son ellos, lo que sí duermen tranquilos con el rumbo del país, los que se sienten satisfechos, los ganones del sexenio.

(MARIO CAMPOS)