#ManceraSúbeteAlMetro

Estimado Miguel Ángel Mancera Espinosa:

Espero que este mensaje te encuentre bien de salud y en paz. Además de saludarte y desearte un 2014 lleno de bendiciones, te escribo para comunicarte una idea. (Te tuteo –y tuiteo– porque voté por ti, espero que no te importe.) Muchos capitalinos nos preguntamos cuándo fue la última vez que usaste la línea dos del metro o te bajaste en la estación Tacubaya en hora pico, por decir algo. Apreciado Jefe de Gobierno, ¿por qué no te subes al metro? No hay transporte más de izquierda que eése. Tal vez al principio la experiencia resultaría dramática, incluso violenta. No faltaría el que te abucheara, la que te metiera un coscorrón. ¿A quién le caen bien los políticos? Pero con el tiempo nos acostumbraríamos, y tú también. Y quizá dejaríamos de verte como un político (sólo no vayas con guaruras).

– “Mira, mamá, ahí va Mancera.”

– “Oiga, doctor, ¿podría enviar una patrulla a mi colonia, por favor?, se la pasan asaltando. Y ojalá también pueda ordenar que prendan las luminarias.”
Foto: Jorge Pedro Uribe Llamas

Saldrías en los periódicos de varios países. La oposición te calificaría de populista. Muchísimos te criticarían en Twitter. Llegarías tarde al trabajo si el metro Zócalo estuviera cerrado. Ni hablar, a bajarse en Allende y caminar. Pero qué importa: viajarías hombro con hombro con los defeños y visitantes. Nos olerías, notarías cómo nos vestimos, las prisas que tenemos, lo que leemos y no leemos. Sentirías el coraje que sólo un señor que obstruye las escaleras eléctricas puede producir. Tendrías que hacer fila para recargar tu tarjeta, sólo para enterarte de que “híjole, hoy no estamos haciendo recargas”.
Foto: Jorge Pedro Uribe Llamas

A lo mejor un día que estés de malas, la música de algún vagonero te colme la paciencia y pienses que llegando a tu casa le vas a llamar al responsable para decirle que ahora sí saque a los vagoneros del metro. Pero esas personas necesitan trabajar. ¿A qué se dedicarían ahora?, se trata de un problema complejo, y sobre todo: ¿cómo hacerle para no perder el voto amarillito de tantos comerciantes? Ni modo, a soportar. Pero llevas 20 minutos aquí y el metro nomás no se mueve. Sudas, estás de pie, a oscuras. Y aún te falta un buen para transbordar. ¿Por qué se parará tanto el metro? ¿Cuántas horas trabajará ese niñito que vende dulces? El pobre apenas puede caminar.
Foto: Jorge Pedro Uribe Llamas

Subirse al metro ahora cuesta $5 pesos. Dices que el incremento es para mejorar el servicio. Millones de usuarios esperamos que sí, y que de paso mejoren los sueldos, los negocios. Eso sería lo justo. Sabemos que muchas fallas no dependen directamente de ti, sabemos que no eres Santa Claus ni el Señor del Buen Despacho de la Catedral. Además el metro de la Ciudad de México es una maravilla en comparación con otros metros, hay que reconocerlo. Pero también queda claro que esta ciudad necesita líderes, no políticos. Confiamos en tu autoridad. Nomen est omen: tú eres la pieza sobre la cual se ara esta ciudad, no muestres tus espinas. Súbete al metro, nos dará gusto saludarte.


Foto: Jorge Pedro Uribe Llamas 

Me despido recordando una frase reciente de Elena Poniatowska: “En México la gente rica no camina por la calle”. ¿Será que tampoco los líderes? Entonces ¿a quién lideran? Recibe un abrazo con olor a empanada del metro Balderas.
( Jorge Pedro Uribe Llamas)