Cinco temas a seguir en 2017

Opinión

El efecto Trump: Sé que algunos ya alucinan las notas sobre el presidente electo de Estados Unidos pero lo cierto es que lo que haga o deje de hacer tendrá efectos concretos para la vida de millones de mexicanos. Hablamos de la migración o la renegociación del TLC pero también de políticas globales  —como su relación con Rusia o China— que tendrán efectos para todo el planeta. Citando a Carstens, los cortos que hemos visto hasta ahora —sobre todo en Twitter— empezarán a ser películas completas a partir del 20 de enero y habrá que tener un ojo puesto en la política de Estados Unidos como nunca.

Las crisis mexicanas: Si, crisis en plural, pues los temas se siguen amontonando. Empecemos por la económica: el panorama pinta feo, los motores de la economía —la inversión interna, la extranjera y el gasto público— están entre desacelerados y apagados y a eso hay que sumar una creciente inflación generada entre otras cosas, por el aumento inminente de las gasolinas, los efectos retardados de la devaluación y el incremento en las tasas de interés que hacen el financiamiento cada vez más caro.

A eso debemos sumar la crisis de seguridad que sigue escalando. La violencia no para y es evidente que el gobierno no está haciendo nada efectivo para detenerla. De entrada porque si no se reconoce que hay un problema no se trabaja en la solución. El aumento de la inseguridad traerá temas de la mano como el aumento del populismo que exige penas más duras (como si ese fuera el problema) y la exigencia de una mayor militarización con los riesgos que eso tiene para todos.

Esos dos componentes van de la mano de la crisis política. El gobierno del presidente Peña está cada vez más ausente. Los temas le pasan a un lado sin que haga siquiera el intento de atenderlos. El reciente desabasto de gasolina en más de 10 estados —con cinco explicaciones, todas fallidas— es un buen ejemplo del descontrol en la comunicación y en la realidad.

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La crisis ambiental: Por supuesto el tema no es nuevo pero después de años de hacer un seguimiento sistemático de la prensa puedo decirles cuando algo se está moviendo y hay señales que apuntan a que esta año el tema ganará terreno. Las posibles extinciones de grandes mamíferos —jirafas, chitas, entre otros— junto con la evidencia del acelerado deshielo, van a volverse un tema obligado al que hay que poner atención. Los peores pronósticos que algunos llevan años anunciando empezarán a sentirse más cercanos.

La cruda de la revolución tecnológica: Es cierto que llevamos años encantados con la tecnología —smartphones, redes sociales, robots, Inteligencias artificiales, etc.— pero es evidente también que estamos viendo cada vez más los efectos negativos de la misma. Este año no sólo seguiremos discutiendo los riesgos de las burbujas informativas y la circulación de notas falsas, sino que pondremos cada vez más atención en la destrucción de empleo (vehículos sin conductor, bots en áreas de ventas, automatización de industrias, etc). Y entraremos a una etapa de más debate sobre los pros y contras del mundo que hasta hace poco pintaba como una utopía.

La lucha por la presidencia: Parece un asunto menor ante los cuatro anteriores pero todo está conectado. ¿Quiénes serán los jugadores rumbo a la presidencia? Y lo más importante, qué propone cada uno ante los cuatro puntos anteriores. Más allá de slogan y actos de propaganda, los mexicanos debemos poner la lupa en qué harían hacer frente a Trump, cómo leen y responden a las crisis domésticas, y qué visión tienen del medio ambiente y de la tecnología.

Más allá de los grandes temas distractores que traiga el nuevo año habrá que hacer un esfuerzo por mantener el foco en los asuntos que importan pues está en juego el futuro del planeta, del país y de las próximas generaciones.