Nuevas posturas sexuales, por @monocordio

Músico, poeta y loco, alter ego de Monocordio, conductor del programa El Weso y autor de El Diccionario del Caos (Taurus).

Debemos aceptarlo. Los tiempos han cambiado y el amor romántico ya no termina con la pareja enamorada perdiendo la vida como Romeo y Julieta, sino más bien con los amantes perdiendo la libertad, acusados de peculado y asociación delictuosa (por lo menos). Si antes el amor apasionado era un pecado, ahora solo huele a pecado, porque el amor se ha transformado en un delito, del mismo modo en que un “pelito” se vuelve bello (y “vello”) cuando te lo quitas de la lengua.

En fin, que tanto cambio exige actualizar desde las formas del cortejo hasta las posturas sexuales que amenizan toda relación. De hecho, como ahora el cortejo es la relación sexual y ya luego pregunta uno el nombre, la dirección y la enfermedad venérea, he decidido presentarles aquí un catálogo actualizado de posturas sexuales de vanguardia, para que se diviertan este 14 de febrero con quien tengan a la mano, e incluso con la mano misma si es preciso.

LA INDE-CENTE

En esta postura hay que permanecer vestidos, porque no se enseña nada. Más bien se comienza con una movilización lenta hasta llegar al paro total, mientras se gritan consignas eróticas previas al momento del repliegue, que viene siendo como el orgasmo de esta pose, aunque para ser francos, los únicos que sienten rico son los líderes magisteriales.

AGUIRRE AL PRECIPICIO

En esta posición completamente cochinota e incestuosa pueden participar varios miembros de la familia e incluso las esposas narcotraficantes de algún alcalde local. Primero “aguirre” lo que quiera, luego “aguírrese” de dónde pueda y al final, hágase el angelito mientras se mete la cabeza por la cola.

LA CUAUHTEMIÑA

El chiste de esta posición es brincar de la cancha a la angosta avenida del poder. (el que la agarró, la agarró)

LA TIJERA

La pose favorita de Videgaray. Contenga el orgasmo hasta las últimas consecuencias; es más, mejor aún, contenga el movimiento, contenga la satisfacción y de paso, para recortar un poco más el deseo, contenga la erección. Ahórrese el sexo y cómprese una cama blanca, gigante y ostentosa. Todas las parejas lo envidiarán.

LA CHUAYFFETIÑA

Mastúrbese solo en el baño de su oficina.

LA DE A PESO

En esta posición uno de los amantes asume el rol del peso y el otro el del dólar. Y el peso baja, y baja, y baja otra vez. Es un poco inequitativa, pero el dólar se la pasa muy bien.

LA DE A VIRGILIO

En esta posición el amante pasivo trata de compenetrarse con su pareja siempre tratando de ver hacia otro lado o, mejor todavía, hacia el mismo lado que se pareja ve, solo que unos centímetros más abajo. Así es como se da la intimidad, así es como se conocen y se investigan hasta las últimas consecuencias.

LA GAVIOTA

En esta posición la mujer va arriba para tapar las miserias del hombre.

Las posiciones continúan, pero el espacio se acaba. Sin embargo se aceptan sugerencias para renovar el catálogo de piruetas, dobleces y repliegues que componen el maravilloso arte del “origasmi”.