“Realidad Novelada de una madre (des)informada”, por @zolliker

Qué bueno que acaba de ser el día mundial de la salud, para hablarles de un tema muy importante: creo firmemente, que hoy en día, la medicina mata más de lo que cura. Me explico: la salud se ha convertido en un negocio tan abultado, que hoy mismo los doctores —inconscientemente— nos enferman, para que consumamos ilimitadamente medicinas y sigamos gastando fortunas en buscar sanarnos de ese mal que la misma industria nos causa.

El claro ejemplo, son las vacunas. Sí, así como suena. Las vacunas que se supone son para prevenir enfermedades, las producen los mismos que venden los medicamentos para curar esos padecimientos. ¿Se dan cuenta? Tienen un incentivo a enfermarnos. Sepa qué nos inyectan, pero podrían estarnos haciendo obesos, o incluso diabéticos…

Infórmenseme, en serio. Lean. Por ejemplo, busquen la ficha técnica de cualquier vacuna, hay muchas en internet. Verán que exponen a nuestros hijos a muchas toxinas, entre ellas, el thimerosal. ¿Saben que esa sustancia viene del mercurio? ¿Que qué uso para limpiar a mis niños de una herida? Pues agua, jabón y merthiolate para evitar las infecciones. ¿Cómo que es lo mismo? Nah.

¿Qué desde que existe la vacunación, la expectativa de vida ha pasado de 35 a 70 años de edad? No lo creo. Más bien, será por los avances de higiene y de mejor alimentación. En serio. Los de mi generación somos la prueba de que no sirven: mi mamá me puso la cartilla completa, ¿y saben? De todo tuve: hepatitis, sarampión, varicela, que de servir las vacunas ni me habrían dado. ¿Que las vacunas no son para evitar las enfermedades si no para fortalecer el sistema inmunológico contra ciertos patógenos? ¿Que de no tener las vacunas esas enfermedades me pudieron haber dado más fuertes y graves? No lo creo. Siempre he sido muy resistente.

¿Que gracias a las vacunas han desaparecido enfermedades como la viruela que por siglos mató y desfiguró a tantos millones de personas y que solita, fue la responsable de casi erradicar a los aztecas, a buena parte de los incas y a los mapuches? Eso suena a publicidad de farmacéutica. ¿Que las vacunas impiden la muerte por rabia o tétanos? Puede ser, pero, ¿porqué habría de darnos rabia o tétanos si estamos en un ambiente higiénico? ¿La polio? ¿La difteria? ¿Esas enfermedades casi han desaparecido por la vacunación? No creo.

Lo que sí ya se ha visto, es que las vacunas pueden provocar autismo, lo reportan miles de blogs de completos desconocidos, que no son científicos pero que revelan informaciones que han tratado de censurar gobiernos y poderosas empresas. También hay escritos varios libros al respecto, tampoco son fáciles de conseguir porque hay a quienes no les conviene que los leamos, pero en Sanborns por ejemplo, encontrarán algunos poquitos. ¿Académicos? Pues no los respaldan universidades, pero es porque no necesitan del dinero de las farmacéuticas para financiar sus investigaciones. Y yo, que soy madre responsable, los he leído por centenares, por meses, por madrugadas enteras y estoy bien enterada y convencida. Ya lo verán, el tiempo me dará la razón. ¿Qué estoy jugando a la ruleta con la salud de mis hijos? Nah.

Es más, si las vacunas fueran tan buenas como dicen, no habrían tantas páginas de gobiernos, organismos internacionales como la ONU y la Cruz Roja ni tantos expertos ni pediatras, queriendo convencerme de usarlas con mis hijos.  Yo más bien creo que los niños que toman pecho hasta los 4 años y no se vacunan, no se enfermarán nunca porque no tendrán elementos tóxicos en su cuerpo y todo será natural.  ¿Ven? Eso prueba que la medicina no sirve. O más bien, que nos hacen vivir más años, para que consumamos más medicina. O algo así. Porque la prueba es que hace medio siglo los niños no se vacunaban y por ende, no se enfermaban ni morían de polio, difteria, rabia, tétanos, viruela y esas enfermedades. ¿O cómo era?

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 (J. S. ZOLLIKER / @zolliker)