Transitar contra todos los idiotas

Es fácil criticar desde la silla (o la pantalla) lo que hacen mal “los otros”. Todos son idiotas menos yo dice el refrán que recién inventé (¿o ya existía?).

Camino mucho, y siempre #tengomiedo de ser atropellada por “algún idiota”. Hay que ser engreído y/o falto de entendimiento para atropellar a otro, pero en esta ciudad sucede siempre. De hecho, al menos tres personas mueren así diariamente en el DF, entre ellos Monserrat, cuya Ecobici fue arrollada.

Trasladarse parece cuestión de sobrevivencia. Según algunas cifras, los accidentes viales son la principal causa de muerte de niños y la segunda de jóvenes en el país.

Ser peatón es peligroso, pero no estamos solos. Una de las principales razones por las que muchos no usan bici es que no confían en la seguridad de las vialidades. Como paliativo, es frecuente que acaben sobre la banqueta, no caminando, sino rodando (contraviniendo todas las recomendaciones).

Entonces el peatón se siente inseguro y comete algún otro atropello. O acaba golpeado o cruzando imprudentemente entre los autos. Entonces, los automovilistas mientan la mother mientras padecen la neurosis propia y ajena y sobreviven a la competencia con los choferes de vehículos colectivos. Todos acaban odiando a todos, claro.

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Y cuando una tragedia sucede, esos odios salen como chispitas contra los que no piensen o vivan igual: que si los méndigos automovilistas, que si los choferes desalmados, que si los imprudentes ciclistas.

Estoy de acuerdo, nomás que se nos olvida que también TODOS –en algún momento- quebrantamos la ley y –de paso-, jodemos los derechos viales de otros. Los automovilistas que invaden los carriles exclusivos para bicicleta, los ciclistas que invaden el carril del metrobús, los motociclistas que manejan en zigzag y sin respetar su carril y los peatones que caminan debajo de la banqueta o cruzan a media cuadra.

Lo bueno es que nuestras autoridades chilangas reconocen (otra vez) que en materia de seguridad vial hay mucho por hacer. ¿Lo malo? Bueeeeno, ya saben, “hay mucho por hacer…” y mientras lo hacen, seguimos viendo a los choferes de transporte público metiéndose por donde quieren, nomás porque pueden, y ahí sí, que dios nos agarre confesados porque “están chambeando”.

Este domingo 22 habrá una protesta-memorial en honor de Monserrat; si usted cree que con eso contribuye, vaya. Si no puede o ya perdió la fe en las acciones colectivas, aquí otras sugerencias:

 

  • Si maneja: Respete las cebras peatonales y los cruces de calle. No se estacione frente a rampas ni en doble fila. Diga no al “un momentito”.
  • Si es pasajero de taxi o transporte público: haga parada en la esquina o en el parabús correspondiente. Baje por atrás, nada de “aquí pasando”.
  • Si anda en moto o bici: No invada carriles ni zonas peatonales. Respete las señales y no se cruce imprudentemente frente a los autos.
  • Si es chofer de #taxi, microbús o similar: no invada carriles, no acelere como si en eso le fuera la vida y respete a sus usuarios, somos sus clientes, y el cliente es lo más importante, ¿no?

¿Qué ciudad queremos? No hablo de la ciudad que heredamos, sino de la que queremos construir para hacer más feliz (y transitable) nuestra vida.